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GR-105 Inicio - Etapas
"Historia de un guapo paseo de seis días por Asturias"

 

4ª Etapa GR-105: Variante El Cerralín - La Matosa.

(Tramo parcial alternativo de 06/2017 al realizado en 06/2011)

Mapas IGN: 054-2 Llerandi (2001)

Recorrido Básico: Descendemos del Cerro Tebrandi y llegamos a El Cerralín – Riega los Praixones - Riega los Baselines – Susierra – Río Color – La Matosa y a continuar el GR-105 Camino de Covadonga.

Nuestros Números: 6 Kms. / 2,5 horas / 450 mts. Desnivel de descensos.

Terreno: Abrupto entre prados y bosque, caminos y pista.

Señalización: Si, aunque... ¡Leer reportaje!!!

 

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Hace unos cuantos años, en el 2011, realizamos uno de los recorridos más guapos y comprometidos que hasta aquél momento habíamos afrontado. Hablamos del GR-105 “Ruta de las Peregrinaciones” (Oviedo – Covadonga). Realmente fue una experiencia maravillosa caminando por la Asturias profunda. Gracias a nuestro amigo Pepe lo salvamos sin muchos problemas, aunque en una etapa, la cuarta, la de Espinareo - La Matosa el tema se puso ciertamente crudo, especialmente la bajada en busca del río Color desde El Cerralín.  La publicación del amplio reportaje tuvo bastante repercusión y fueron muchas las visitas al mismo, la petición de información adicional y del track, lo que siempre agrada. A nosotros nos quedó una pequeña espinita clavada sobre este tramo conflictivo, de tal manera que a finales de ese mismo año nos plantamos en La Matosa con intención de deshacer el camino pero en busca de la pista que no tomamos en el último tramo. Inicialmente, este intento fue un fracaso total pues el puente que teníamos que utilizar para cruzar el río Color (otro más arriba que el utilizado en la primara ocasión) estaba completamente congelado, además no confiamos mucho en su estructura. El río tampoco lo podíamos vadear, pues iba muy cargado de agua. Después el tema no salió tan mal, ya que hicimos un guapo y disfrutón paseo río Color arriba.

Todo quedó en el olvido hasta que, justo seis años más tarde, un seguidor del camino, nos envió el presente e-mail: “Ante todo Gracias por vuestra ruta, ayer hicimos otro y yo desde Espinareu hasta La Matosa solo quería decirte que toda la Ruta actualmente esta señalizada con flechas y puntos, todo el trayecto con el único inconveniente, que hay que saltar cierres de alambres de pinchos en los  tramos finales. Parece interesante que publicases esta información, ya que tenía mucha duda que llegase a buen fin el trayecto una vez leído vuestra Ruta”. Este comentario de nuestro amigo Ignacio (al cual agradecemos) despertó en nosotros aquél run-run de saber cómo estaría aquella pista que desechamos, así que otra vez más volvimos a La Matosa. Esta es la historia que hoy vamos a narrar, donde las fotos serán las que imperen.

Trabajo nos costó aparcar el coche en La Matosa, no son muchos los lugares libres, pero al final lo conseguimos con la ayuda de una vecina. Después pista para abajo en busca del río Color. En este caso no tendremos en cuenta el ramal por el que salimos en Junio del 2011, nos olvidamos de él y a seguir pista, hasta encontrar el ramal que cruza el río. Aquí volvemos a tener, más o menos, el mismo problema que en Noviembre del 2011, no nos fiábamos del puente. Por suerte el río bajaba corto de caudal y lo cruzamos sin muchos problemas. Después pista para arriba, la que habíamos desechado en el 2011. Siguiendo las numerosas flechas amarillas (aunque contracorriente) las fuimos siguiendo hasta llegar a El Cerralín, justo en la bajada del Cerro Tebrandi y tras comer el bocata, iniciamos el descenso como si viniéramos haciendo el GR-105. Esta bajada es la que hoy toca comentar, aunque anticipo que sí, que está muy señalizada, pero de fácil tiene muy poco, se trata de otra aventura similar a la vivida por nosotros en el 2011, aunque mucho más señalizada.

(Cabañas de El Cerralin - Pista de Pesquerín, Concejo de Piloña - Asturias. / Pto. 0 Mapa)

Tras este amplísima introducción y comer el bocata en las cabañas de El Cerralín (Punto 0 del mapa), un lugar muy familiar para nosotros, pues en tres o cuatro ocasiones hemos estado después de aquel mítico G-105, nos vamos justo hasta donde finaliza la pista que viene desde Pesquerín y coincide con del descenso del Cerro Tebrandi en una pequeña mayá. Justó aquí, en un desvío opuesto a la pista, a la derecha salen las primeras flechas amarillas de la alternativa realizada por nosotros seis años atrás. Fijarse en el mapa que compartimos y la presentación de los dos caminos: El rojo para el 2011 y el azul para el 2017.  

(Recorrido del año 2011 en Rojo y el del 2017 en Azul / ‘© INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL’)

A partir de este arranque solo queda seguir las flechas amarillas, muy abundantes a cada paso, tal es así que el 90% de las fotos que sacamos tienen impresas la citada señalización. No sabemos quién hizo el pintado, pero sí que se lo tomó con mucho ahínco. Advertir que en el mapa del IGN se observan unas pintas de la traza del GR-105, las cuales, salvo en esta primera parte, son coincidentes con el recorrido que hoy vamos a detallar de una manera muy fotográfica.

Con rumbo NE, arrancamos por el caleyón abajo a la vera de los prados, poco a poco se va cerrando y pronto tropezamos con una alambrada de espinos (esa que dicen que está prohibida pero cada vez abunda más). Caminamos un tramo parejos a ella hasta llegar a un punto la tenemos que sortear para seguir por la otra vera de la misma. Un poco más adelante, siendo obedientes a las abundantes flechas amarillas la volvemos a sortear apoyándonos sobre un árbol.

(El Cerralín tras el descenso del Cerro Tebrandi, ± 0,0 K / 700 m.a. / 15:45 h. / Pto. 1 Mapa)

(Nos olvidamos de la pista y cogemos el caleyón a la derecha que desciende muy señalizado con rumbo NE)

(Tenemos que ser muy obedientes a las flechas amarillas, en caso contrario la podemos liar buena)

(Si no las borran, van a ser muy abundantes, casi siempre a la vista la siguiente)

(Marcando en cada momento los giros)

(En principio paralelos a unos prados por debajo del collau El Cerralín)

(Entre alambreras de espinos y ablanos)

(Llegamos a un punto donde tenemos que sortear la alambrera y seguir la vereda)

(Ahora por la parte inferior de la alambrada)

(Unos diez metros adelante... ¡otra flecha amarilla)

(Siempre marcando los giro, muy imporante estar atento a la siguiente)

(También algún punto amarillo)

(Apoyandonos en un árbol, que hace de cómodo escalón, volvemos a pasar al otro lado de la alambrada)

(Seguimos parejos a los pinchos)

Seguimos parejos, por un lado u otro, a la alambrera de pinchos, creo que fueron cuatro veces la que, hasta ahora, tenemos que sortearla. A partir de esta última, junto a unos cubos de plásticos que hacen las veces de bebedero o comedero, toca abandonarla y tirar viesca (bosque) abajo en busca del encuentro de la Riega los Praixones. El descenso entre árboles marcados y yerba mala es claro. En cuanto nos aproximamos al objetivo nº 2, poco a poco, vamos notando la humedad del terreno, el barro y la riega están cerca. Después llega la clásica bañera que hace las veces de bebedero y, tras dejarla atrás, un gran prado se nos manifiesta.

(Otra vez pasamos la alambrera, -¿Cúantas veces van?, ya perdí la cuenta, -Creo que cuatro Mary)

(Ahora toca descender en busca de la Riega los Praixones)

(La vereda va clara en esta zona de viesca, por si acaso las señales te lo dejan claro)

(A cada paso una pintada, está complicado no verlas)

(Un pequeño claro y a seguir descendiendo)

(Ya estamos muy cerca de la riega)

(Pese a ser una primavera muy seca, la humedad se deja notar)

(Riega los Praixones, ± 0,6 K / 610 m.a. / 16:00 h. / Pto. 2 Mapa)

Atrás la viesca y la bañera tenemos que cruzar el prado por la mitad, una marcada vereda lo atraviesa de Oeste a Este, dejando a nuestra izquierda (arriba) una gran cabaña. Una mirada hacia atrás y observamos la vertiente Norte del Cerro Tebrandi y el collau El Cerralín. Desde este último punto aún solo hemos caminado unos escasos seiscientos metros. Ya habéis visto el número de señales por cada cien metros, creo que excesivas pero… Consideraciones personales aparte, seguimos la vereda hasta el final del prado para introducimos en el bosque sin más impedimentos. A partir de este punto los árboles son más contundentes y el camino parece más pisado. Una pequeña encrucijada de caminos, el que va al frente va hacia una vieja cabaña, nosotros nos vamos hacia la izquierda, hacia arriba siguiendo las señales amarillas.  También por aquí se incorporan las señales pintadas sobre el mapa del IGN. Si os fijáis en el mapa nuestro track (el que sigue las señales amarillas) y el del IGN hasta La Matosa serán coincidentes.

(Cruzamos la pradería de Oeste a Este para adentrarnos en el bosque de nuevo)

(Una mirada atrás y observamos el descenso del Cerro Tebrandi y el punto de partida de hoy)

(Sin ningún impedimento nos adentramos de nuevo en el bosque)

(Entrada en bosque y a remontar para hacer cambio vertiente, ± 1,0 K / 640 m.a. / 16:10 h. / Pto. 3 Mapa)

(En la pequeña encrucijada de veredas las señales nos invitan a tirar para arriba y las obedecemos)

(El camino es abrupto y algo resbaladizo)

(En algún punto sin árbol que pintar... ¡una piedra amarilla!)

Subiendo por terreno un tanto abrupto donde tropezamos con otro cierre alambrado y llegamos a una pequeña cumbrera que hace las veces de cambio de agua, pasaremos de una riega a otra, de la Praixiones a la de las Baselines, aunque tendremos que andar algo por ella hasta llegar a un prado, sortear de nuevo la alambrera de pinchos (creo que es la quinta ocasión que lo hacemos) y rápidamente giramos al Norte, otra vez la alambrera (la sexta) y a descender fuertemente por el bosque. En la subida mañanera este tramo lo hicimos más en diagonal pero no íbamos tan obedientes siguiendo las señales como ahora estamos haciendo en el descenso. Esta bajada es muy vertical y sucia, por momentos tenemos que agarrarnos fuertemente a las ramas de los árboles más jóvenes. Sinceramente,  si no fuera por la abundante señalización peregrina y por que por aquí subimos unas horas antes, no tendríamos confianza de ningún tipo de que este fuera un camino que nos llevara a buen puerto.  

(Tras la subida nos encontramos otra vez con la alambrada de pinchos)

(Alcanzamos la cumbrera divisoria entre las riegas de Praixiones y de las Baselines)

(Salida al prado, pasar alambrera y cambio a vertiente Norte, ± 1,2 K / 650 m.a. / 16:20 h. / Pto. 4 Mapa)

(Creo que el 5º pase de alambrada, en este caso para virar al Norte y hacer el cambio de vertiente)

(Comenzamos a bajar rumbo Norte)

(De momento por terreno dócil y en suave descenso)

(Si no fuera por la amarilla señalización pensaríamos que la estamos liando)

(Toca afrontar el 6º pase por la alambrera, la verdad que empieza a ser un poco tedioso)

(Comienza el descenso brusco)

(Porque ya hemos pasado por aquí al subir, en caso contrario tendríamos muchas dudas)

(Conviene agarrarse un poco a los árboles más flexibles)

(La pintura amarilla sigue muy presente en los momentos más complicados, ¡menos mal!)

(Por momentos parece a Tarzán y Jane, nos agarramos a cualquier liana que surga en el bosque)

Al final destrepamos esta zona boscosa y siguiendo la señalización viramos al Este en terreno más llano aunque no deja de ser abrupto. En esta zona encontramos grandes y verdosas felechas, procuramos no rozarlas mucho, no queremos que las garrapatas se nos alojen en nuestro cuerpo, pese a la prudencia alguna pillamos. Sorteando árboles, piedras, felechas y algún paso feo más, vamos avanzando en línea  O-E por debajo de la cumbrera que divide las dos riegas.

(Atras dejamos la zona de destrepe brusco por el bosque y...)

(... toca avanzar apartando ramas y caminar entre los árboles con rumbo O-E por debajo y parejo al sierro)

(La señales siguen muy visibles y abundantes, solo queda seguirlas)

(El avance es en suave descenso, así nos lo marcan)

(Otra rama más que apartar)

(El verde musgo puede jugarnos una mala pasada, así que muy atentos al pisar)

Siempre siguiendo las señales, el bosque parece más espeso, piedras y árboles con musgo, así nos adentramos en zona verde repleta de felechos, parece que estamos saliendo del bosque y comenzamos a bordearlo, la vereda sigue clara, hasta que llegamos a un punto que la traza se pierde tapada por los felechos. Es un punto crítico, en la subida aquí nos liamos un poco y hubo que explorar, ahora sabemos que hay un giro brusco que, descolgándose un poco, nos adentra en el bosque con claro rumbo Norte, una señal amarilla en una rama (casi oculta entre los felechos) es la clave, siempre muy atento a las mismas.

(Ahora el bosque se vuelve más tupido y oscuro, la vereda y las señales por él nos adentra)

(Un pase sobre el verde musgo y a seguir, parece que vamos a salir del bosque)

(Uff, parece que perdemos la vereda y las señales, los felechos todo lo cubren)

(Muy atentos a este punto, ojo a la señal, tenemos que descender para metenernos en el bosque de nuevo)

Tras adentramos de nuevo en el bosque de esa manera tan rara y abrupta, vemos un claro en el descenso, parece que vamos a parar a una zona de pradería. Un gran árbol está rotulado con una flecha y “105 GR”, así que descendemos hacia él y después salimos a la pradería de La Zorea donde divisamos La Matosa al frente. Hemos superado el punto más conflictivo de esta variante. La verdad que si no fuera por la abundante señalización amarilla sería imposible seguirla, hubiéramos abandonado. Tal es así que cuando subimos casi lo hacemos, aunque en este caso las señales se observaban peor, no favorecía la visualización al ir contracorriente.

(Parece que allá abajo tenemos una pradería)

(Pese a la dificultad del terreno, tenemos tiempo para inmortalizar una singular flor, una Lilium martagon)

(Mary señalando la señal que no observamos al ascender, ahora en el descenso todo está más a la vista)

(-¿Claro no?)

(Salimos del bosque en la pradería de La Zorea, nos vamos por la vereda de la izquierda en busca de la cabaña)

(Fin del bosque y salida al prado La Zorea, La Matosa a la vista, ± 1,8 K / 575 m.a. / 16:40 h. / Pto. 5 Mapa)

Nos apeamos del bosque y, ya sobre el terreno firme y seguro de la pradería de La Zorea,  tomamos una vereda que sale hacia la izquierda en busca de la cabaña que se ubica en lo cimero. Una señal bien clara en la pared lateral resquebrajada nos lleva a salir de la finca abriendo una portilla unos metros más allá.  Abrimos y cerramos la portilla y rápidamente vemos las señales amarillas que rápidamente nos invitan a bajar por el bosque abajo. Aquí creo que te puedes liar un poco, pues parece que el camino sigue de frente y nos tienta a seguirlo. No atendemos la tentación y bosque abajo descendemos de árbol en árbol, lo que es decir de señal en señal. Rápidamente descendemos hasta que parece que caemos sobre un ancho camino, parece una pista. Ahora si que finalizamos lo complicado de este recorrido que iniciamos en El Cerralín. Bueno aún queda el tema de vadear el río Color, pero eso ya lo veremos.

(La señal está muy clara en la pared lateral resquebrajada)

(Por lo cimero de la pradería siguiendo la señalización buscando la salida)

(Abrimos y cerramos la portilla y pronto atentos a la siguiente señal que nos invita a bajar por el bosque)

(Un árbol, una señal)

(Otra que nos invita a seguir bajando)

(Está claro que tenemos que seguir descendiendo por el bosque)

(Está complicado no seguir la señales, son tantas que... )

(-Félix, parece que ya llegamos a la pista o camino ancho)

(-Sí, pero hay que maniobrar siguiendo las señales para bajar a él)

(-Creo que ya está hecho, mira donde está aquí la señal)

(Fin del bosque y camino ancho, ± 2,3 K / 535 m.a. / 16:50 h. / Pto. 6 Mapa)

Ya en ancho camino (aún no pista) todo va resultar más sencillo, si no decidimos abandonarla nos llevará sin problemas hasta el río Color, así que a ponerlo fácil y seguir por ella plácidamente y disfrutando. De momento a encontrarnos con el reguero de los Baselines donde podemos decir que comienza la ancha pista. También, unos doscientos metros más arriba (pues hay que remontar un pequeño desnivel) nos encontramos con Susierra, punto de referencia nº 8 del nuestro mapa y donde en el recorrido del 2011 aparecimos nosotros en compañía de Alfonso y Pepe. Una primera valoración, decir que, visto lo visto, no se con qué recorrido quedarme, aunque no sé cómo estará actualmente el realizado hace años, viendo como está de marcado el presente seguro que muy mal.

(Por camino húmedo pero claro y ancho vamos descendiendo en busca del reguero de los Baselines)

(Pese a que la traza a seguir está muy clara, las señales siguen siendo abundantes y muy visibles)

(En alguno tramo del camino se estrecha por que las ortigas se apoderan de él, algún sestil de ganado seguro)

(Una cabaña con un tejado cuidado, la cercanía de la pista se deja notar)

(Un poco de barro, la presencia muy cercana del reguero es muy palpable)

(Riega los Baselines, inicio de pista, ± 2,8 K / 515 m.a. / 17:00 h. / Pto. 7 Mapa)

(Susierra, enlace con el descenso que realizamos el año 2011, ± 3,0 K / 530 m.a. / 17:05 h. / Pto. 8 Mapa)

Seguimos por cómoda traza lucubrando sobre la posibilidad de algún día volver a repetir el GR-105 y esta etapa mítica desde Espinareo – La Matosa, a lo cual Mary no iba muy convencida, aún se preguntaba como la había liado para hacer esta experiencia alternativa. Las flechas peregrinas siguen muy presentes, e incluso alguna franja blanca y roja clásica del GR-105, esta última precisamente donde la pista se pone más cuesta abajo, bastante inclinada. Este accidente geográfico nos sorprendió un poco, pues, pese a subirla unas horas antes, no habíamos percibido la inclinación de terreno, suponemos que la frescura del inicio de ruta. Por el camino tropezamos con unas vacas en medio de la pista, las cuales se asustaron de nuestra presencia, no había manera de que nos dejaran adelantarlas, ellas para adelante. Al fin nos deshicimos de las vacas y nos encontramos un “pulpo rojo” en mitad del camino.

(Bueno, la faena ya está hecha, ahora a dejarse "caer" hacia el río Color)

(Las flechas pereginas siguen muy presentes)

(Incluso la clásica señalización del GR-105, una de ellas justo donde se pone la pista más inclinada)

(-Oye Félix estás seguro que subimos por aquí, -Sí Mary, lo que ocurre es que estábamos frescos)

-¿Un pulpo rojo, habéis dicho? Os estaréis preguntando. Bueno es lo primero que se nos ocurrió al ver la singular seta roja que podéis observar en la fotografía. Realmente nos sorprendió, nunca habíamos visto una igual. Nos dejó muy intrigados, la fotografiamos y en cuanto llegamos a casa nos pusimos a investigar. Al final sacamos algo en claro. Al parecer se trata de una seta foránea de Tasmania (Australia) o de Nueva Zelanda, una Clathrus archeri (Mano del Diablo o Estrella Roja) que llegó a Europa a principios del Siglo XX, algo relacionado con la Primera Guerra Mundial hemos leído. Despide muy mal olor y atrae a muchas moscas las cuales son comidas, por eso suponemos que dicen que es carnívora. Curiosidades que uno encuentra por el camino. Unos meses más tarde tropezaremos con otra semejante por la zona de Priena.

(Clathrus archeri - Mano del Diablo o Estrella Roja)

El encuentro con  “la mano del diablo” nos entretuvo un buen rato en la bajada, así cuando nos dimos cuenta nos encontramos con un desvío que habíamos tomado en nuestro recorrido del 2011. Lo recordábamos muy bien, pues pusimos en duda la decisión de nuestro amigo Pepe, nos parecía que seguir por la pista era lo más conveniente, el decía que no nos llevaba a donde teníamos que ir. Su buen hacer nos hizo confiar en él y le seguimos desviándonos de la pista y entrando en otro tramo feo para llegar a tomar un puente sobre el río Color casi en la perpendicular al pueblo de La Matosa. Ahora sabemos y vosotros comprobaréis que fue una decisión un tanto… Aunque nunca se sabe, pues el puente sobre el río que ahora vamos a pasar, el alternativo al del 2011, no es muy de fiar, de echo nosotros no lo utilizaremos. Aunque vuelvo a insistir en lo dicho anteriormente, no sabemos cómo está actualmente. Tras estas pequeñas controversias seguimos cuesta abajo dibujando el nuevo recorrido y “track” del 2017.

("La mano del diablo" atrás y a seguir bajando hasta tropezar con un desvio conocido del 2011)

(En el 2011 de frente para bajar al río Color, ahora hacia la Dcha., ± 4,4 K / 365 m.a. / 17:30 h. / Pto. 9 Mapa)

(Bueno parece que lo más "pindio" ya lo dejamos atrás)

(Ya estamos muy cerca del río Color)

La pista tropieza con el Rio Color y hay que mojarse para vadearlo, a los vehículos no les queda otra. En nuestro caso tenemos que darnos cuenta, tanto en un margen como en otro, de la existencia de un pequeño ramal que nos lleva hasta el puente. Es el momento de tomar la decisión. El mismo está muy alto sobre el río, torcido y nos ofrece muchas dudas. No queremos arriesgar y decidimos cruzar el río pisando las piedras. El problema surge si baja cargado de agua, aquí sí que hay que arriesgar a cruzar sobre el puente o volver al ramal de punto nº 9 y optar por la alternativa del 2011. Advirtiendo, nuestras reservas de cómo estará el puente de más abajo, que también era de madera, aunque mucho más bajo (ver fotos en el reportaje). Tras cruzar el río sin mojarnos solo queda seguir la pista y hasta La Matosa subir.

(Puente sobre el río Color, una tanto inclinado y con bastante altura sobre el agua)

(Río Color, como no nos gusta el puente..., ± 5,0 K / 280 m.a. / 17:45 h. / Pto. 10 Mapa)

(De piedra en piedra cruzamos el río Color sin muchos problemas, otro tema será si el mismo viene más crecido)

(Nos olvidamos del río y ahora a subir hasta La Matosa por cómoda pista)

(Bueno, parece que salimos bien parados de este experimento de bajar desde El Cerralín)

(Ya tenemos el coche a la vista, la verdad que nos costó un poco aparcar)

(La Matosa, Concejo de Piloña - Asturias, ± 6,0 K / 320 m.a. / 18:00 h. / Pto. 11 Mapa)

Bueno hemos finalizado nuestros recorrido de exploración por la vía alternativa que nuestro amigo Ignacio nos había sugerido. Por si alguna duda queda al respecto con el centenar de fotos dispensadas en el presente reportaje, os dejamos otra vez el mapa del IGN, pero esta vez un poco más ampliado que el compartido al inicio del reportaje, donde se observa con más detalles los dos recorridos realizados, ya sabéis, el rojo para el 2011 y el azul para el ahora aquí publicado.

(Nuestros dos recorridos, el de Azul es el que figura en el presente reportaje / ‘© INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL’)

Ahora solo queda bajar hasta el río Tendi y la carretera y iniciar la siguiente etapa, la que nos llevaría hasta Cangas de Onís, pero para nosotros esto es el final de la experimental jornada. Nuestras conclusiones personales  poco más hay que ampliar a lo expresado a lo largo del reportaje, leerlo con atención y que cada cual saque sus propias conclusiones.

 

JFCamina

POSDATA Importante: Dado el número de consultas personales interesadas en la posible realización del GR-105 Oviedo – Covadonga (Por la montaña), nos vemos obligados a recalcar que el recorrido tal como está expresado en este reportaje fue realizado a finales de la primavera del año 2011 con lo cual muchas cosas han cambiado en el mismo. De todos es sabido el deterioro constante que los Pequeños y Grandes Recorridos andariegos van sufriendo, pues el mantenimiento es mínimo o nulo, este GR no iba a ser una excepción. Los caminos están siendo casi sepultados por la exuberante naturaleza del Paraíso Astur y la señalización se va perdiendo poco a poco hasta ser imperceptible. A lo largo de nuestras andanzas hemos coincidido con algunos tramos y unos los hemos visto bastante bien y otros daban pena. Ahora parece que con el Centenario de Covadonga algunos ayuntamientos han puesto paneles indicativos. También hemos observamos que algunos tramos han sido sustituidos por recorridos de menor altura, como el GR-109 Villamayor – Cangas de Onís, una alternativa utilizada por varias personas que se han puesto en contacto con nosotros tras ver “in situ” las dificultades apuntadas. Una década es mucho tiempo, sobre todo para caminos que no reciben la constante atención que precisan. En varias ocasiones hemos pensado en quitar de nuestra web los documentos relacionados con este tema pero nos da cierta pena hacerlo, pues forma parte de nuestro acervo cultural – andariego, además le tenemos cierto cariño, pues fue una aventura muy bonita que nos hizo crecer en el tema de los grandes recorridos. Por todo ello y un poco más, recomendar a la gente interesada en este tema que sea muy prudente y que se estudie a conciencia el recorrido y todas las recomendaciones que puedan tener de experiencias de otros. Y si optas por embarcarte en esta aventura apuntar que siempre es más fácil darse la vuelta que seguir adelante por terreno complicado. Sin lugar a dudas… una retirada a tiempo siempre es una victoria.

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* Aviso: En estos documentos solo tratamos de narrar la experiencia personal vivida al realizar nuestros recorridos, los itinerarios que aquí describimos son orientativos. Queda a la responsabilidad de quien realice la ruta el tomar las medidas de seguridad apropiadas para cada dificultad, que dependerán muchas condiciones, entre ellas el estado del terreno, la altitud, la meteorología, etc... así como la preparación tanto técnica como física de las personas que realicen la actividad.