Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su funcionamiento y personalizar la experiencia del usuario, así como para obtener estadísticas anónimas de uso de la web. Para saber más sobre las cookies que usamos y cómo eliminarlas, visita nuestra política de privacidad.

Aceptar
León

Cascadas del Río de Faro

Los Argüellos, 03/2017

JFCamina, 05/2017

 

Cascadas del Rio de Faro

Ya lo escribió Julio Llamazares: "...Redipuertas un lugar rico en cascadas"

"El Río del Olvido" (1990)

Mapas IGN: ING: 79-III "Cerulleda"

Inicio: Redipuertas (LE-321 40,5 Km), Ayto. Valdelugueros, León.

Objetivo Final: Cascada de La Requejada del Río Faro

Recorrido: Redipuertas (1288 m.a.) - El Saltón (1) - Baubas (2) - La Mayaduela(3) - La Quemada (4) - Arroyo Candano (5) - La Fuente (6) - La Tala (7) - La Requejada (8) y Fin de Ruta (1465 m.a.) - Regresos sobre nuestros pasos a Redipuertas (1288 m.a.)

Distancia: ± 7,0 Kilómetros = 3,5 Ida + 3,5 Vuelta

Tiempos: ± 2,5 horas. ¡A nuestro aire!.

Desnivel: ± 300 mts. de ascenso y su correspondiente descenso.

Terrenos: Pista terrera y veredas para acercarse a las cascadas.

Señalización: Si.

 

Creative Commons License


En la ocasión que nos engolamos en lo más alto de las Peñas de Faro, el Huevo y el Morala observamos todo el valle del río Faro (afluente del “Río del Olvido”, del Curueño) y nos fijamos en una guapa cascada sobre la verde pradería. Ni que decir tiene que nos gustó e hicemos votos para conocerla algún día. El tiempo pasó, sin ir y un buen día llegó mi prima Pili y me enseño un video grabado por ellos con cámara de esas modernas dentro de la poza del Saltón de Redipuertas, ya cuando el río Faro entrega sus aguas. Nos impactó, pero no nos acercamos. Tuvo que enviarnos Cristina un enlace que titulaba así: “La espectacular ruta de las ocho cascadas de Valdelugueros (León)”. Era un poco desconcertante, pero pronto comprobamos que se trataba del río Faro. Esto ya era demasiado, no podíamos demorarlo mucho más, así que un día “pos-rutalarga” remontamos el río Curueño y en el pueblín de Redipuertas, el de la mi güela Sisa y demás familia de la vertiente Sur de la Cordillera Cantábrica, la de León, aparcamos el coche, para, al fin, realizar esa pequeña ruta de las Cascadas del Río de Faro. Sería imperdonable retrasarlo más.

Pese a mi vinculación familiar con Redipuertas, no es un pueblo en el que haya estado muchas veces, con los dedos de la mano se pueden contar. Las dos últimas para presentar a nuestro hijo a su bisabuela y para despedirla. Somos más de Villaverde de la Cuerna, muy cerca pero… Nosotros frecuentamos la zona del puerto de Vegarada (Vegará) desde la vertiente de Asturias, desde Aller, e incluso Canseco. Una ancha pista comunica Ruayer con ese precioso puerto, así que tanto en verano como en temporada invernal, en distintas opciones andariegas, la utilizamos. Siempre recuerdo que la primera salida andariega con Mary, allá por 1977, fue el recorrido Collanzo – Casomera – Ruayer – Puerto Vegará y regreso, todo caminando.

Dejamos a un lado nuestros nostálgicos y buenos recuerdos para aparcar el coche en el propio pueblo de Redipuertas. Hoy vamos “de domingo”, a realizar la ruta (sin mucha parafernalia montañera) y después a comer de mesa y mantel, que para eso tenemos un buen restaurante en el pueblo: El Aprisco. Un pequeño indicador de orientación de ruta pronto encontramos, en el propio pueblo a la vera de la carretera LE-321 40,5 Km., donde el río Faro entrega finalmente sus aguas, así que no se nos plantearon muchas dudas. Rumbo Occidental, dando la espalda el famoso Curueño iniciamos el recorrido.

(Redipuertas, Ayto. Valdelugueros, Los Argüellos, León, / 1288 m.a.)

Al poco de dejar las casas del pueblo atrás tropezamos con el “Corral del Concejo” y un interesante panel informativo de las “Cascadas del Río de Faro”. Decir, y no me pierden los colores, que de lo mejorcito que he visto en mucho tiempo, muestra de ello un pequeño detalle que fotografiamos. Pocas dudas quedan tras ojear un poco tan excelente trabajo gráfico. Desviarse unos metros para ver la primera gran cascada, la del Saltón y a seguir río arriba, siempre dejando el río a nuestra mano derecha, nada de cruzarlo. Bueno, en nuestro caso si lo hicimos para visitar el cementerio, no podíamos dejar de hacerlo. Pero ya de vuelta, para arriba, sin pendiente brusca, más bien tendía, todo muy cómodo, fácil y bien señalizado. Pero sin arrimarse mucho al borde, que en cualquier momento podemos tener un descuido y tener un percance no deseado, prudencia ante todo.

(Al lado del camino y del Corral del Concejo tenemos un magnífico panel informativo, además de la 1ªcascada)

(Todo un lujazo: explicaciones, mapa, fotografía de cada una de las cascadas, etc...)

(¡Qué más queremos!, imposible olvidarse de alguna de las Ocho Cascadas del Río Faro)

En esta ocasión lo importante está en las ocho cascadas de lo fondero, las del río Faro con su agua recién exprimida de la nieve, aún invernal, de las cumbres anteriormente mencionada. También a diferencia de otras ocasiones, en el presente reportaje, el protagonismo no va a ser la fotografía, sino el video. Sí, pues siempre comentamos que para corrientes de agua, nada mejor que una grabación del movimiento del líquido elemento, donde la música del agua también se deja notar. Así, que en lugar de una foto de cada cascada, será un montaje realizado, con nuestros comentarios en vivo de cada una de ellas. Creo que ha quedado bastante chulo, en seis minutos un resumen muy conciso, así que vamos dejar que sea el botón de “play” el que tome el protagonismo, seguro que os va gustar y no os resistiréis a realizar una visita.

 

(En caso de tener problemas en la visualización del video pinchar en este link de acceso directo)

Un precioso paseo de poco más de tres kilómetros y pequeño desnivel (casi imperceptible) para ir enumerando las ocho de la Ruta de las Cascadas del Río de Faro: El Saltón (1) - Baubas (2) - La Mayaduela(3) - La Quemada (4) - Arroyo Candano (5) - La Fuente (6) - La Tala (7) - La Requejada (8). Todo un lujo natural que no entendemos como lo habíamos dejado pasar tanto tiempo, sin lugar a dudas... ¡IMPERDONABLE!.

(Cuesta trabajo despedirse del Huevo, las Peñas de Faro y su gran puerta, también de sus 8 cascadas)

La información recibida había sido exacta y justo a la hora de comer puntualmente regresamos. Dejamos algunos de los utensilios llevados para la caminata y nos adentramos en el pueblo en busca del Bar Restaurante El Aprisco. No habíamos reservado pues no nos gusta mucho la presión del reloj, pero pese a ello, tuvimos mesa, lo cual fue una buena noticia, aunque siempre es un riesgo. Ya a la mesa degustamos unos platos excelentes de cocina tradicional norteña, de la buena. Fue cuando compartimos, esa costumbre muy de moda ahora en la Redes Sociales, una foto de uno de los platos, nuestra amiga Rosamary nos dice que la dueña es del mi pueblo, de Villaverde de la Cuerna. A los postres, con la confianza que da estar en casa, le pregunto al camarero que si era cierto lo que me comentaban. Sí, el era nieto de Primitivo. ¡Uff, qué recuerdos!!!! Al poco salió la madre, ni yo me acordaba de ella, ni ella de mí, pero si de mi güela Sisa y servidor de su padre. De la casa de la “penaredonda”, seguramente donde se sentó el viajero de "El Río del Olvido" del gran Julio Llamazares, de los recuerdos de mi niñez, de las infinitas ocasiones que sobre ella me senté. Fueron momentos muy emotivos (incluso ahora al describirlos), más de una lagrima brotó de mis ojos.

(Detalle gastronómico del Bar Restaurante El Aprisco, en Redipuertas, Los Argüellos, León)

Tras la emotiva comida volvimos a la carretera en busca del Alto de Puerto de Vegarada (Vegará) y… “Más arriba, la paz de las cumbres de Puerta de Faro. El volteo de la cordillera, al entrar en Asturias, con la guía de la entrañable Campana de Vegarada”. Nota extraída del interesante panel de la Ruta de Puentes Antiguos de la Calzada de la Vegarada ante el pontón romano del arroyo de Francamuerta, afluente del río Curueño recién nacido. Detalles de los caminos que unieron los Paraisos del Norte los de Leon y Asturias. Paso de comerciantes, peregrinos, ganaderos… Ahora solo queda lo restaurado, los recuerdos, las historias y leyendas.

Allí, en los límites con el concejo de Aller (Asturias), a pesar de estar aún en los últimos días del invierno, la primavera pedía paso con fuerza, las “chombas” estaban completamente tapizadas de pequeños y radiantes narcisinos amarillos, como fondo la gran Puerta de Faro vestida de blanco. Una pena que la casa del puerto estuviera, otro año más, cerrada.

(Ya vestido de Primavera'2017 estaba el Puerto de Vegará, León - Asturias)

(Preciosa "plantación" de narcisinos amarillos sobre fondo blanco montañero)

(Tomar un cafetín de despedida no habría estado mal, pero... ¡Otra vez será! sigue cerrada)

Como la pista terrera que baja hasta el cercano pueblo allerán de Ruayer, no está asfaltada, no queda otra que iniciar el regreso a casa, deshacer el camino andado, río Curueño abajo. Aunque haciendo alguna parada obligada, pues mis recuerdos de niñez del pueblo de Cerrulleda se remontan a cuando bajé por primera vez, desde Villaverde de la Cuerna, a caballo con los sacos de grano hasta su molín a la vera del río Curueño y sus puentes. Allí estaban los dos puentes “romanos”, el molino lo encontré muy remocicado, irreconocible. Le pregunté a una señora del pueblo y me dijo que aquella casa era el viejo molino y que lo había restaurado un escritor fallecido ya. Cruzamos el puente de arriba y en un panel de la Ruta de Puentes Antiguos de la Calzada de la Vegarada leí lo siguiente: “Al lado del puente está el antiguo molino comunal de Cerrulleda, que fue adquirido al pueblo por el escritor madrileño Jesús Fernández Santos (+), en 1973, para convertirlo en residencia ocasional y obrador literario. Allí redactaría parte de sus obras: Los Bravos (que se desarrolla en el propio pueblo), Los jinetes del Alba (reeditada, en 2016) o una evocación novelada de la Dama de Arintero: La que no tiene nombre”. De la importancia de leerse los paneles informativos que aderezan nuestras rutas.

(Cerulleda, el viejo puente sobre el río Curueño, además de su rejuvenecido molino)

También paramos a comprar pan en la panadería de Lugueros. Cuando cruzamos todas foces de Valdeteja y atrás dejamos las últimas torres calizas que resguardan el precioso valle que hemos dejado atrás, empezamos a comentar la oportunidad de volver, más arriba, cuando el ganado esté ya en los puertos, pues la verdad que lo echamos mucho en falta.

Sin lugar a dudas un día formidable y supongo que habréis observado que el buen tiempo meteorológico no acompañó mucho, pero el precioso recorrido río Faro arriba, contando y admirando sus ocho cascadas, y alguna más en la lejanía montañera, mereció sobradamente la pena. Después vino la buena comida y la sentimental sobremesa. Además, la visita al puerto de Vegará siempre deja a uno muy frustrado, sobre todo cuando no se llevan los aperos de montaña. Por todo ello y un poco más, solo queda despedirse diciendo, en voz muy alta….

¡Hasta pronto!

 

JFCamina

 

Referencias sobre la zona en www.jfcamina.es

 


Deja tus comentarios

 

* Para volver a ver otra ruta cliclea aqui: www.jfcamina.es

* Aviso: En estos documentos solo tratamos de narrar la experiencia personal vivida al realizar nuestros recorridos, los itinerarios que aquí describimos son orientativos. Queda a la responsabilidad de quien realice la ruta el tomar las medidas de seguridad apropiadas para cada dificultad, que dependerán muchas condiciones, entre ellas el estado del terreno, la altitud, la meteorología, etc... así como la preparación tanto técnica como física de las personas que realicen la actividad.