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Picos de Europa
Zona de Lagos de Covadonga
Asturias

L'Oyu la Madre

Lagos Covadonga, 03/2012

JFCamina, 02/2015

 

L' Oyu la Madre y Cantón del Texéu.

(Dos guapas experiencias por el precio de una)

Mapa Macizo Occidental de los Picos de Europa de M.A. Adrados

Mapas IGN: 055-II "Iguanzo" (2000)

Inicio y fin : Parking Buferrera - Lagos Covadonga, Concejo Cangas de Onis, Asturias.

Objetivos: L'Oyu la Madre y Cantón del Texéu, Concejo de Onis, Asturias.

Recorrido: Parking Buferrera - Lagos Covadonga (1040 m.a.) - Escaleru (980 m.a.) - Vega Comeya (875 m.a.) - Soñín de Abajo (980 m.a.) - Llano del Espino (1000 m.a.) - Pista Desmués y Soñín de Arriba (1045 m.a.) - Faya de Referencia (910 m.a.) - L'Oyu la Madre (800 m.a.) - Faya de Referencia (910 m.a.) - Pista Desmués y Soñín de Arriba (1045 m.a.) - Colladín del Cantón (1075 m.a.) - Cantón del Texéu (1173 m.a.) - Colladín y Cueñas del Cantón (1075 m.a.) - Vega Las Mantegas (1015 m.a.) - Majada del Belbín (1053 m.a.) - Majada La Llomba (1120 m.a.) - Llomba sobre el lago Ercina (1155 m.a.) - Minas de Buferrera y Centro Interpretación (1095 m.a.) - Parking Buferrera (1040 m.a.).

Distancia: ± 13,5 Kilómetros circulares / Tiempos: 5,0 horas.

Desnivel: 525 mts. de ascensos y su correspondiente descenso.

Señalización: No, aunque en momentos coincidimos con el PR-PNPE-8 “Desmués – Los Lagos” y con el GR-202 “Ruta de la Reconquista”

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Hablar del “Oyu la Madre”es decir nacimiento del mítico río Casaño, el deshielo de las nieves de parte del Macizo Occidental de los Picos de Europa, zona de Lagos de Covadonga - Asturias, se oculta bajo la vega de Belbín y brota con fuerza por un “furacu”o “güeyu”, provocando un espectacular borbotón de agua, una preciosidad que nos ofrece la Madre Naturaleza, digno de ser ampliamente contemplado y disfrutado por lo que teníamos muchas ganas de conocerlo. Hacía unos cuantos años que la documentación de esta vista estaba guarda en nuestra abultada carpeta de pendientes, se hizo rogar, pero como premio a la espera iríamos flanqueados de una excelente compañía (José y Santos) y, a propuesta del primero, tendríamos un extra, la “trepadina” al Cantón del Texéu, el día y el recorrido prometían.

(Parking Buferrera - Lagos Covadonga, Concejo Cangas Onis, Asturias, ± 0,0 K / 1040 m.a. / 10:25 h.)

Para descender a tan escondido rincón habíamos escogido el punto de partida del Parking de Buferrera en los Lagos de Covadonga, allí habíamos quedado con nuestros compañeros en torno a las diez de la mañana. Llegamos los primeros, estábamos algo impacientes así que llegamos un poco antes, bueno, el poco transito por la carretera de subida a Los Lagos ayudó un poco.

A la hora convenida llegaron Jose y Santos, dos personas con amplios conocimientos montañeros, así que ellos serían los encargados de abanderar el recorrido y marcar la pauta a seguir. Días antes Jose nos había mandado unos enlaces de experiencias de compañeros que nos había precedido, para mí la de Javi el Caleyeru era la más interesante, además de unas cuantas fotos de la “trepadina “ que había que realizar para alcanzar lo más alto del Cantón del Texéu.

(Inicio de marcha dejando de lado el empedrado camín que nos sube hasta las minas de Buferrera)

Con toda esta información en nuestra cabezina sin muchos prolegómenos arrancamos en dirección a la Vega de Comeya, lugar, que a pesar de ser una zona muy transitada por nosotros, no lo conocíamos aún. Justo a la salida del aparcamiento, dejando de lado el empedrado camín que nos sube al Centro del Interpretación Pedro Pidal ubicado en la zona de las minas de Buferrera, se encuentra el punto de bajada a la Foz del Escaleru, paralelos al desagüe del lago Enol en Comeya, aunque realmente el reguero de agua no lo llegamos a ver.

(Foz del Escaleru)

Descendemos un poco, el camino se encuentra con un estrechón o garganta y con un “argadiellu” de las antiguas explotaciones mineras de épocas pasadas, un túnel lateral para superar la foz nos dejará en una gran cuevona natural y una bella postal de la preciosa Vega Comeya, esta imagen es muy apreciada por todos los que han pasado por este lugar, así que nosotros no íbamos a ser diferentes.

(Guapo marco de la Vega Comeya, El Furacón)

Según ves la preciosa alfombra verde de Comeya en lo primero que piensas es que allí hubo alguna vez un lago, las primeras impresiones siempre son las mejores y acertamos, aunque ya ha desaparecido, ahora solo la zona de turberas que podemos intuirlas visualmente y en el mapa, hacia el NorOeste, viene señalizada la laguna de Las Tremonas pero con este invierno tan seco…, nos conformaremos con verla en un foto en blanco y negro que tenemos en una Guia de los Lagos Asturianos. También puedes contemplar los restos de un pasado minero, en la citada vega la actividad minera fue muy intensa desde mediados del Siglo XIX hasta casi finales del Siglo XX (1979), y en esta improta de lago había instalado un lavadero de hierro y manganeso.

Ahora estamos haciendo el comienzo o final de la Ruta Frasinelli (PR PNPR-1) que va desde los los Lagos de Covadonga a Corao, unos 16 kilómetros, parece que era un recorrido muy habitual del “Aleman de Corao”, es decir de Roberto Frasinelli. A nosotros hoy no nos interesa mucho el recorrió de “La Frasinelli” y nos olvidamos de ella para en suave giro a nuestra derecha, al Este, ir dejando, poco a poco, la vega a la que acabamos de llegar, aunque algún entretenimiento que otro que demorara nuestro rápido avance en tan buena traza andariega.

(Ya en Comeya nos vamos al Este aunque....)

(... los restos de un rebeco nos distrajeron un poco)

Las cábalas cómo había muerto el rebeco que nos encontramos a la vera del camino totalmente limpio de carne nos distrajo un poco, sería un lobo, un alud de nieve o la sarna, el caso es que de él solo quedaban los huesos y los cuerninos. Un poco más allá, a la altura de las cabañas del Apretadoiro, en los llanos de Pipón, nos volvemos a parar para buscar el nacimiento de la fuente La Friera, la encontramos, pero más que ver el agua sentimos el ruido de la misma.

(Vega Comeya - Apretadoiro, Concejo Cangas Onis, Asturias, ± 1,3 K / 875 m.a. / 10:40 h.)

(Fuente La Friera)

Definitivamente dejamos la vega atrás, a contraluz, le damos la cara a la esbelta figura negra del Cantón de Texéu, tomamos el camín de la izquierda, por el Cuenye La Cubiliega a la majada de Soñín de Bajo, dejando a nuestra derecha la entrada al valle de Las Llampazas que nos llevaría al SurOeste, al Colladín del Cantón, una pareja, que parece que nos siguen, se introducen por él, pero nuestra intención es ir al otro lado de la peña, a Soñín de Arriba pero pasando antes por el “de abajo”.

(Soñín de Abajo, Concejo Onis, Asturias, ± 2,4 K / 980 m.a. / 11:05 h.)

Cumplido el objetivo de conocer otra guapa majada y adentrarnos en el Concejo de Onis el siguiente “jito” está en la pista que viene desde Demúes, la cual finaliza a los propios pies de Cantón de Texéu, entre su base Norte y el collau - mirador de Camba, por una riega que nos llevará directos a tocar pista terrera, según el mapa, por la zona de Llano del Espino. A decir verdad, un servidor no se preocupó mucho del recorrido que iba a realizar, solo me dejé llevar y tomaba notas de por dónde nos llevaban los compañeros Jose y Santos, está bien relajarse un poco y olvidarse de la “responsabilidad” de marcar la traza a seguir.

(Collau Camba y Llano del Espino)

Una hora después de arrancar la marcha alcanzamos la pista que viene desde Demués, a pesar de la distracciones llevábamos buena marcha. Habíamos descendido unos 160 metros de desnivel, pero ahora estábamos a la misma altitud que en el punto de partida. Estábamos en la base Norte del Cantón del Texéu, entre él y la majada de Soñín de Arriba, ahora solo quedaba dejarse caer, en dirección SurEste, por la riega que discurre por la base lateral de la peña, en busca del nacimiento del río Casaño, de l’Oyu la Madre, justo en la mitad del cuadrante de las coordenadas cartesianas.

(Soñín de Arriba, enlace con pista que viene desde Desmués, ± 3,7 K / 1045 m.a. / 11:25 h.)

Este recorrido de bajada tiene otro de vuelta, así que momentáneamente la damos la espalda a la pista terrera y, dejando de lado la majada de Soñín de Arriba, comenzamos a descender por la, ahora ancha, riega herbosa. No vemos ninguna marca que nos ayude, no nos hace mucha falta llevamos el recorrido mentalmente grabado y tenemos muy claro donde está el objetivo. La vista no solo la llevamos fija en el verde piso por el cual discurrimos, es difícil olvidarse lo que arriba y de frente podemos ver, hablamos de las picachas de Peña Ruana y el Jascal, nuestras mudas compañeras de viaje en este guapo día.

(Soñín de Arriba)

(Peña Ruana y el Jascal en lo alto, abajo l' Oyu la Madre)

La riega se va estrechando poco a poco, encontramos una alambre de espinos que impide el paso al ganado y a nosotros también, así que la sorteamos y pronto vemos la faya seca, "el estacón", que nos sirve como referencia, uno ganaderos estaban a su lado y se marchan por la derecha en dirección a la peña, nosotros debemos hacer algo parecido pero siguiendo bajando, parece que ellos tienen otras intenciones, andarán buscando ganado “perdido”.

(¡Faya seca a la vista!)

La visualización de la faya seca de referencia, "el estacón", nos da una dosis extra de optimismo, parece que vamos por el buen camino y vamos avanzando rápido, pero con cuidado de no pegar un resbalón sobre las “arganas”. Nuestro buen ritmo fue interrumpido por el murmullo del agua del río Casaño recién nacido, esto sí que nos insuflo una buena ración de moral. Mary se asoma a un resalte y observa que lleva buen caudal y suena fuerte, parece que vamos a tener suerte y l’Oyu echará un buen chorrón de agua, un temor que llevamos, ya que venir hasta aquí para ver solo un hilo de agua parece que no es lo más deseado, por eso hemos escogido la temporada de deshielo.

(Parece que el río lleva buen caudal y suena fuerte, vamos a tener un buen espectáculo)

Desde que salimos de casa creo que todos lo teníamos claro, pero el ver al “estacón” de referencia aún más, ahora era seguir descendiendo, dejando a nuestra izquierda la seca faya y seguir a la vera de los pies calizos del Cantón, el cual cada vez lo contemplábamos más alto.

(Directos al "estacón" y lo dejaremos de lado, a nuestra izquierda)

(Faya de referencia, "el estacón", ± 4,5 K / 910 m.a. / 12:00 h.)

Dejado atrás el “estacón” descendemos por una ladera donde las hierbas altas y los felechos secos son los reyes, abajo vemos unos carrascos (acebos), son nuestro siguiente “Jito”, hasta ellos tenemos que llegar y continuar nuestro avance dejándolos a nuestro lado izquierdo.

(Los carrascos serán nuestra siguiente referencia y los dejaremos a nuestra izquierda)

Al dejar atrás los carrascos nos encontramos con una húmeda repisa, parece que aquí nace un arroyo, tenemos dos opciones, por la derecha, más pegados a la peña, o a la izquierda, atravesando la verde alfombra, nos inclinamos por esta última opción, a la vuelta observaremos que las dos hubieran sido igual de válidas, aunque esto lo veremos más tarde.

Al poco nos encontramos con un “jitu” de verdad, parece que la elección anterior ha sido buena, por lo que seguimos bajando en fuerte pendiente por esta zona donde la humedad se observa muy claramente, ya no son las “arganas” y felechos secos de la parte alta del descenso al Oyu la Madre, no es de extrañar que unas fayas que nos encontramos estuvieran tan crecidas.

(¡Un jitu montañeru!)

(En esta especial riega los árboles alcanzan ciertas dimensiones y se agarran con fuerza)

Desde que superamos el jito de los carrascos nos fuimos escorando un poco a la izquierda, lo que en principio no parecía lo más natural, pues l’Oyu estaba situado a la derecha, pero habíamos elegido esa traza y la seguimos, en algún momento teníamos que corregir el rumbo. El ruido el río cada vez se hacía más omnipresente, lo que nos venía muy bien para elegir la mejor vereda, así que, poco a poco, fuimos virando a la derecha, pasando sobre el supuestamente arroyo y una gran árbol, tras lo cual llegamos casi directamente al cauce del Casaño, otro “jitu montañeru” nos indicaba que íbamos bien.

(Con el ruido del Casaño nos vamos guiando "de oido")

(Poco a poco vamos virando a la derecha en busca del cauce del río)

Tras el “jitu” llegamos al llano del río, un fuerte ruido y buen un chorrón de agua a alta velocidad nos recibe, estamos ante el recién nacido río Casaño, aún no hemos llegado a nuestro objetivo pero estamos muy cerca, el corazón late con fuerza casi tanto como la fuerza el río. Aún no vemos el Güeyu la madre a plena vista, los árboles lo ocultan y tenemos que caminar un poco más para llegar hasta él.

(Río Casaño recien nacido)

Hoy podemos acercarnos bastante hasta el punto culminante de la jornada, aunque la tarea es un poco complicada, la “anarquía” de la naturaleza nos lo pone un poco difícil. Troncos de árboles caídos, grandes rocas tapizadas de rabioso musgo verde y chorros de agua que discurren a su libre albedrío impiden una aproximación rápida, más cuando la impaciencia por llegar es mucha.

Con cuidado de no estropear el momento culminante de la jornada, con un resbalón innecesario en tan resbaladizo terreno, con mucho tiento y cuidadín, nos vamos acercando hasta el Güeyu la Madre, alcanzando el momento deseado llenos de plana satisfacción. Uno llega hasta la gran canal de agua recién nacida del Casaño, mira hacia arriba y allí está l’Oyu la Madre.

(Una mirada hacia arriba y... )

(L'Oyu la Madre, Concejo de Onis, ± 5,5 K / 800 m.a. / 12:30 - 13:15 h.)

Es el momento en que todos nos esmeramos en conseguir la mejor foto, pero esto está un tanto difícil, hay mucha luz y además la misma entra lateralmente en nuestro objetivo impidiendo sacar una foto limpia de incómodos rayos, aunque realmente esto importa poco, el verdadero deseo está conseguido: contemplar l’Oyu la Madre en un punto de agua optimo.

Creo que en este tipo de actividades de húmeda naturaleza la fuerza de la grabación de video es mucho más intensa que la conseguida con una foto, así que como continuación de la grabación del encuentro con el río Casaño, donde se puede apreciar la personal intensidad del momento, reanudé la grabación de tan singular paraje, el sonido del agua y la fuerza con que la misma sale del güeyu creo queda expresadas perfectamente.

 

He visto fotos de este guapo chorrón de agua emergiendo con fuerza por l’Oyu la Madre, mucho más bestial, pero por el contrario uno no se puede aproximar tanto a ella , así que nos quedamos mucho más que satisfechos, así lo denota la cara de satisfacción que se reflejan en la foto de grupo que tomamos con el objetivo deseado a nuestras espaldas, realmente ha sido un placentero momento y esto se deja notar fácilmente.

(Mary, Santos, José y José Félix con l' Oyu la Madre)

Tres cuartos de horas empleamos en disfrutar y fotografiar este especial paraje del nacimiento del río Casaño, de contemplar la surgencia de La Madre del Casaño, la que recoge la mayoría de las filtraciones de los diversos regatos de la preciosa zona que sobre nosotros se encuentra, como el de La Güelga. Tras tratar de plasmarlas lo mejor que podemos toca volver a subir hasta las cercanías de la majada de Soñin de Arriba y, rodeando el Cantón del Texéu, contemplar parte de las praderías por donde los regueros que alimentan a La Madre del Casaño se va sumiendo silenciosamente, para unos cuantos metros escondido emerger con rabia a través l’Oyu la Madre.

(Detalle de la fría y cristalina agua que emana l'Oyu la Madre)

Tal como fuimos comprobando visualmente en el descenso, creo que obligatoriamente la ascensión a la zona superior es volviendo sobre nuestros pasos, el Jou donde nos encontramos está rodeado de riegas, como la de Esquero, casi verticales por las cuales creemos imposible ascender, así que más que satisfechos iniciamos el ascenso.

(Detalle de una de las riegas laterales, opuesta a la que por donde nosotros ascenderemos)

El descenso de unos 250 metros de desnivel y de, más o menos, un kilómetro desde Soñin de Arriba hasta l’Oyu la Madre empleamos, aproximadamente, unos cincuenta y cinco minutos, sin embargo para el ascenso el tiempo se redujo en diez minutos, ¿Cómo tardar menos en subir que para bajar entre los dos puntos idénticos?, ¿dónde está el secreto?

¡Fácil!, al poco de abandonar el río la propia naturaleza nos ofreció una rápida alternativa, un guapo pasillo herboso que sube, ¡cómo no!, cuesto, casi pegado a las paredes de la canal de bajada, en paralelo al que empleamos para descender, con el seco arroyo por el medio, en resumen, más pegados a las rocas de los pies del Cantón del Texéu, de tal manera que fuimos directísimos, hasta que en la parte alta nos encontramos con unas grandes piedras y troncos secos caídos, que tras superarlos, a la vez el supuesto arroyo, y girar a la derecha, alcanzamos los carrascos que tomamos como referencia después de “el estacón”.

(Siguiendo un herboso pasillo que la Madre Naturaleza nos ofreció, avanzamos rápidamente)

(Solo antes de salir a la zona de los carrascos nos encontramos con alguna dificultad)

Realmente no sabemos si este pasillo es practicable siempre ya que nos parece mucho más húmedo que el recorrido de bajada y seguro que cuando el arroyo baja con agua igual no es fácilmente transitable pero en esta ocasión nos vino muy bien.

(Zona de los carrascos, el punto de confluencia con el recorrido de descenso)

Con la satisfacción de la facilitad encontrada para ascender, con la experiencia de la bajada la temíamos como mucho más lenta y pesada, seguimos cuesta arriba dejando atrás la “faya seca de referencia” y visualizando lateralmente las canales que aparentemente ascendían hasta los más alto del Cantón del Texéu, nuestro próximo objetivo, hoy tenemos dos por el precio de uno.

(Tras la rápida alternativa del ascenso de l'Oyu estamos dispuestos para una nueva aventura)

En torno a las dos de la tarde alcanzamos el collau que separa Soñín de Arriba del Cantón, donde la pista terrera que viene de Desmués termina, aunque realmente no volvimos al punto de inicio del descenso al Oyu la Madre, no hacía falta, poco a poco nos fuimos inclinando a nuestra izquierda para enlazar cómodamente con la calzada pedrera que nos permitirá rodear parcialmente la mole caliza del Cantón, aquí comenzaba la segunda parte de esta guapa jornada.

(Soñín de Arriba, enlace con pista que viene desde Desmués, ± 6,3 K / 1045 m.a. / 14:00 h.)

La transición de rodear se realiza por una calzada de las que ya quedan muy pocas, contadas con los dedos, desgraciadamente las numerosas existentes se han ido levantando o tapando y poco a poco nos hemos quedado sin ellas, ahora estábamos ante una de las supervivientes, la cual nos servía de parapeto para obtener una guapa visión del recorrido iniciado por la mañana: Valle Las Llampaza, Soñín de Abajo, Vega Comeya, las Cabezas de Salguero y Camba, la pista terrera, etc…

(Valle Las Llampaza, Soñín de Abajo, Vega Comeya)

(Entre las Cabezas de Salguero y Camba, la pista terrera que viene desde Desmués)

Quince minutos nos llevó rodear y contemplar la base del Cantón, de pasar de la base Norte, que empleamos para bajar a lo más profundo del río Casaño, y la Sur, la que nos daba unas excelentes vistas de las grandes picachas del Macizo Occidental de los Picos de Europa y las vegas que filtran el agua que desembocan por L‘Oyu la Madre.

(Colladín del Cantón, ± 7,3 K / 1075 m.a. / 14:15 h.)

Alcanzada la collá de ataque del Cantón solo queda abandonar la guapa calzada e ir dándole la cara al sedo y grieta que nos permitirá alcanzar la cumbre deseada, aunque esto lo realizaremos muy tranquilamente ya que las distracciones visuales son varias, las Peñas Santas están en nuestra visual y, ya que tenemos la oportunidad de ir con dos grandes conocedores de nuestras montañas, no perder la oportunidad de subsanar nuestras lagunas o de confirmar las suposiciones, siempre es un valor añadido ir tan bien acompañado.

(Comienza el ascenso y la contemplación de las blancas peñascas de los Picos de Europa)

El ascenso por la caliza va rápido, una leve vereda montañera nos va marcando el camino, también algún "jitu" que otro, así en un par de zig-zag nos plantamos al inicio del sedo que nos dará paso hasta la pared que nos pondrá alguna traba para alcanzar el objetivo. Para hacer el caminar más placido tenemos unas excelentes panorámicas de las verdes praderías y majadas de Onís y las blancas cumbres del Macizo Occidental y, incluso, Oriental de los Picos de Europa, unas buenas escusas para tomárnoslo más tranquilamente.

(En relajado Zig-zag vamos acercándonos al segundo objetivo de la jornada)

(Se intuye fácilmente la vereda montañera, además de algún "jitu" que otro)

Tras sacar un buen número de fotos de lo que vamos dejando a nuestros pies y lo que lo más alto divisamos llegamos a la zona del sedo: una pequeña traza diagonal herbosa, flanqueada por el farallón calizo del Cantón y el camín lo más fondero. El mismo nos dará paso, en entretenida ascensión, a la pared que nos impide alcanzar la cumbre sin tener que hacer una pequeña “trepadina”, a la cual llegamos sin mucha dificultad pero teniendo cuidado de que nuestras mochilas no tropiece con la pared que llevamos por compañera en nuestro transitar.

(Inicio de la ascensión por el sedo que nos encumbrará a lo más alto del Cantón del Texéu)

(Tras nuestro las guapas praderías y la blanca crestería de la "Peñas Santas" y Cia.)

Santos y Mary son los primeros en llegar a la zona “conflictiva”, el primero evalúa la situación y Mary espera que llegue Jose, que al igual que un servidor, no se cansa de fotografiar lo mucho guapo que a nuestras espaldas queda, y todo ello, a pesar de que la luz solar no favorece mucho. Con la llegada de los rezagados se acabaron las dudas.

Jose lo tiene muy claro, a mí me parece factible el subir, Santos propone, que como tenemos que volver por el mismo paso, dejar las mochilas en un rincón lateral, no es una opción que me gusto mucho hacer pero, en esta ocasión, me parece muy razonable, especialmente por la dificultad añadida que las mismas suponen, así que, tras abandonarlas momentáneamente, comenzamos a trepar siguiendo los prácticos consejos de Jose, el cual encabeza el avance.

(Con cierta facilidad Jose encabeza la "trepadina", existen buenos agarres)

Para mí la “trepadina” fue fácil, otra cosa será bajar, pensé mientras la realizaba, la roca ofrece ciertos resaltes que te permiten poner la punteras de las botas y agarrarse con cierta seguridad, así que el trago lo resolví (resolvimos) sin contratiempos. Tras superarlo uno no evita mirar hacia atrás y de pensar que tenemos que descender por el mismo sitio, esto suele ser un poco más complicado, pero ya estamos arriba y tenemos que disfrutar el momento alcanzado.

Alcanzar la zona donde se encuentra situada la cumbre resultó un poco engorroso de lo previsto, dado la dificultad del terreno: mucho furaco tapado por hierbas altas resecas, pero con mucho cuidado de no “meter la pata”, y previo cotilleo de los aparatos de comunicaciones que allí hay ubicados, los cuales suponemos que serían transportados por vía aérea, llegamos hasta la cruz caída que indica que estamos en lo más alto del Cantón del Texéu, nuestro segundo objetivo del día ha sido culminado, ¡bien!.

(Cantón del Texéu, Concejo de Onis, ± 8,2 K / 1173 m.a. / 14:35 - 15:00 h.)

Lo primero que todos realizamos tras alcanzar la cumbre fue acercarnos hasta el precipicio de la misma que vierte sobre el “Jou la Madre”, la gran depresión donde nace el río Casaño, la cual se veía muy visible, además de las diferentes riegas que desde la zona de Peña Ruana o El Jascal hasta ella bajan, además de las verdes mayadas que por encima existen, por las que se sume el agua de Los Picos.

(Desde la cumbre vemos el gran "Jou" donde el Casaño nace con fuerza)

(El "Jou la Madre" y su difícil orografía)

Contemplado el "Jou la Madre" y su difícil orografía lateral estuvimos un buen rato, escudriñando las imposibles subidas y bajas alternativas para por observar l’Oyu la Madre, aunque no solo de esto nos alimentamos montañeramente hablando, pues las altas picachas de los Macizos Occidental y Central parecía que estaban a nuestro alcance, desde las Peñas Santas al Jultayu, pasando la Garganta del Cares, al Torrecerredo y hasta los escondidos Albos, el bagaje montañero de nuestros acompañantes nos venía de perlas para su perfecta identificación.

(Una guapa foto de grupo con la cumbres de Torre de Santa María y Peña Santa al fondo)

(Del Yultayu al Torrecerredo)

Tras la obligada foto de grupo y dejar nuestra tarjeta montañera nos dirigimos a la vertiente Norte del Cantón, la que nos dará unas guapas panorámicas del recorrido realizado por la mañana y las altas cumbres que van desde el Cuera a la Sierra de La Escapa, con el Hibéo por el medio, el cual teníamos muy reciente.

(Vertiente Norte del Canón del Texéu, con la traza de la pista que viene desde Desmués)

(Vega Cameya y el valle Las LLampazas)

(Santos contemplando el horizonte marino y la larga la pista que viene desde Desmués)

(Mary despidiendose del Cantón y su estilizada antena con La Ruana y el Jascal tras ella)

En verdad que el tiempo que permanecimos en la cumbre del Cantón fue corto pero muy intenso, ofrecía unos panorámicas inagotables, una pena que la visibilidad hacia la costa Cantábrica no fuera la mejor pero no podemos ser muy exigentes hoy vamos más que sobraos. Así que a las tres en punto de la tarde, media hora después de alcanzarla, iniciamos el descenso de la cumbre, quedaba por superar la última “prueba” del día, la “destrepadina” hacia el sedo, la cual realizamos muy tranquilamente sin darle la cara al vacio, tentando en todo momento los agarres posibles, no arriesgando nada.

(No dando la cara al vacio y tentando los agarres pisibles descendimos sin contratiempos)

Bueno, a parte de los posibles agarres que esta zona ofrece, si somos sinceros, el apoyo ofrecido por el compañero Jose fue fundamental para que sin contratiempos desagradables ascendiéramos y bajaramos, especialmente para el que suscribe ya que Mary tiene unas cualidades más “alpinas” que un servidor, así que, creo que es el momento de escribir… ¡Gracies Compañeru!

Tras alcanzar el segundo objetivo del día solo quedaba… ¡comer el bocata!, convenimos que queremos realizar el recorrido de la jornada circularmente, y aunque ya era un poco tarde, estaría bien hacerlo en la preciosa majada del Belbín, así que tras cargar de nuevo nuestras mochilas al hombre descendemos otra vez el sedo en busca de la calzada pedrera a los pies de del Cantón y de las verdes praderías de la vega Las Mantegas.

(Colladín y Cueñas del Cantón, ± 9,2 K / 1075 m.a. / 15:10 h.)

Una vez alcanzada la guapa calzada nos encontramos con una amplia gama de señales, las blanco-amarillas del PR-PNPE-8 “Desmués – Los Lagos” y las blancas-rojas del GR-202 “Ruta de la Reconquista”, así como sus postes verticales cargados de flechas. No reparamos mucho en ellas, casi nos olvidamos de ellos por completo, ya que tras los mismos observamos, con cierta satisfacción, el paso del que acabábamos de apearnos, un buen momento para, sobre una foto desde allí mismo tomada, “grafitear” el sedo y la “trepadina” realizada.

(Traza de nuestra "trepadina" a la cumbre del Cantón del Texéu)

El tránsito hacia la vega Las Mantegas y la majada de Belbín es todo un placer, ya con todos los jitos principales realizado solo queda relajarse y disfrutar del excelente día que estamos teniendo, parece que un frente llegará pronto y el “veranin” de todo el mes de marzo se terminará, así que toca aprovechar de los últimos instantes.

(Vega Las Mantegas, ± 9,4 K / 1015 m.a. / 15:20 h.)

Como ya he mencionado anteriormente estamos en territorio de ruta señalizada y esto empieza a notarse en el encuentro con senderistas varios y algún turista que ya han iniciado sus vacaciones de Semana Santa, personas que no se conforman con visitar solamente el turístico entorno de los cercanos Lagos de Covadonga y quiere visitar el precioso entorno de la majada de Belbín.

Cerca de las 15:30 horas alcanzamos el collau que separa las vegas de Las Mantegas y la de Belbín, el final del accidente geográfico que parece de origen glaciar, una morrena de La Llomba, por la cual ascendimos hace un año en una pequeña y blanca travesía entre las majadas de la zona, La Llomba, Belbín y Las Bobias.

(Majada del Belbín, Concejo de Onís, ± 10,3 K / 1053 m.a. / 15:30 - 16:20 h.)

A la media “en punto” llegamos a Belbín, vamos directos a la zona de la fuente, no hay agua, parece que está cortada para no desperdiciarla, aunque parezca mentira el líquido elemento es un bien escaso en los Picos de Europa, así que…. ¡mejor prevenir que perderla!

(Tras el bocata y una relajante sobremesa abandonamos la guapa majada de Belbín)

Casi una hora nos llevó que degustaremos nuestras viandas y la plácida tertulia, más esto último que lo primero, tras la cual volvemos a cargar nuestras mochilas al hombro y reanudamos la marcha en dirección a la majada de La Llomba tropezando con otra fuente que solo echaba “un pingu” (unas gotas).

Según íbamos, en suave ascensión, dejando atrás Belbín, la vista se nos escapaba hacia las altas cumbres cercanas, hablamos de Peña Ruana y El Jascal, mentalmente pensamos por donde podríamos atacarlas, aunque seguro que se quedará en cábalas y deseos, la carpeta de “pendientes” es ya demasiado gruesa.

Llegamos a la majada de La Llomba, donde nos encontramos con la fuente La Texa que tampoco echa una gota de agua, en correspondencia con la misma, el humedal que allí existe parece no está mucho mejor, ¡mal estamos!

(Majada de La Llomba y Fte. La Texa, Concejo Cangas Onís, ± 11,4 K / 1120 m.a. / 16:40 h.)

En el camín hacia la llomba que nos separa del Lago de la Ercina nos encontramos con una chica, con cierto "look" campero, que baja muy resulta camino de la cercana majada, nos pregunta por el tiempo que le llevaría a Belbín, “unos veinte minutos” aproximadamente le dijimos, le pareció bien, con una sonrisa y un gracias siguió su camino, pienso que será otra persona que la simple visita a “Los Lagos” le parece poco.

Cerca de las cinco de la tarde alcanzamos la visual de Lago Enol y la loma de Entrelagos que lo separa del Enol, había mucha gente por la zona, se notaba que era Sábado y comienzo de las vacaciones de Semana Santa. Tras unos minutos de relax, sobre nombres de parientes cercanos, descendemos en dirección a la mina de Buferrera, nuestra preciosa excursión entra en la última vuelta de carreta, ya casi vemos la bandera a cuadros.

(Llomba sobre el Lago de la Ercina, ± 12,0 K / 1155 m.a. / 16:50 h.)

Bajamos al aparcamiento donde teníamos aparcados los coches a través de las diversos pasillos que nos ha habilitado el Parque N. de los Picos de Europa, un buen momento para contemplar algunos de los restos mineros no muy lejanos.

(Nuestro paseo entra en una zona "urbanizada" por el P. N. de los Picos de Europa)

(Una buena ocasión para observar detalles minero no tan lejanos)

Tras agacharse por la galería minera de entibación clásica entramos en la zona donde se ubican las instalaciones del Centro de Interpretación Menéndez Pidal, para llegar a el tenemos que descender por unas escaleras y pasar entre los estrechos burladeros que impide el paso a los animales, aunque visto las dificultades que nosotros tuvimos….

Hace unos cuantos años ya habíamos visitado el citado centro, en su momento llamó mucho nuestra atención una maqueta de Los Picos de Europa con toda su red de sumideros y simas, allí comprendimos gráficamente el secreto de la no existencia de mucha agua por Los Picos. Lo que no habíamos contemplado era el contenido interior de la supuesta cabaña pastoril así que a ella entramos y observamos elementos no muy extraños para nosotros, supongo que para las nuevas generaciones el tema será un poco diferente.

Dejamos atrás un centro el cual es muy recomendable visitar y seguimos descendiendo los últimos peldaños que nos dejaran justo donde comenzamos nuestro guapo circuito entorno a La Madre del Casaño y al Cantón del Texéu. Así, después de sortear el último burladero y cerrar la “circunferencia” de nuestro especial recorrido, alcanzamos el aparcamiento de Buferrera el cual está bastante cargado de coches, parece que la gente se había animado, no nos extraña con el excelente día que tuvimos.

Ya ante los coches se produjo la anécdota del día, cuando Santos levanta el portón del coche y Jose se encuentra con una bolsa de plástico llena de papeles, eran sus apuntes sobre los puntos clave del día, él se había pasado un buen tiempo imprimiendo fotos del compañero Cienfuegos, además rotulándolas con flechinas y... ¡las había olvidado en el maletero del coche!, bueno, la verdad que con guías como él y Santos... ¡tampoco hacían mucha falta!

(Parking Buferrera - Lagos Covadonga, Concejo Cangas Onis, Asturias, ± 13,5 K / 1040 m.a. / 18:00 h.)

Unas claras, “sin” para los conductores, en un bar de la zona sirvió para seguir charrando un poco más y despedirnos, realmente había sido un día memorable, todos los elementos se alinearon para que todo saliera a la perfección: una paraje espectacular, un recorrido guapo, un día precioso y, ¡lo mejor!, una excepcional compañía, un verdadero valor añadido para una jornada que por sí sola prometía.

Tras recordarle a Jose que vaya pensando en la ruta del III Encuentro del Foro de Montaña de Asturmet, a lo que rápidamente contestó: -¡Primero tenemos que pensar en donde comer!, nos despedimos y comenzamos a descender, con mucho más tráfico que a la subida, en dirección a Covadonga y Cangas de Onís, un excelente momento para repasar el “track” de la jornada andariega que habíamos culminado.

(Nuestro recorrido l' Oyu la Madre y Cantón del Texéu / ‘© INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA.2009’)

No quiero despedir este amplio reportaje sin dejar constancia del buen hacer de las personas que en el mismo he mencionado, tres chavales que junto a nosotros (Mary & J. Félix) nos conocimos virtualmente a través del desaparecido foro de Montaña de Asturmet, la amplia participación activa de los miembros, de los ahora mencionados y otros más, dio lugar a un par de encuentros de confraternización y a salidas conjuntas, como las de hoy, además de compartir un buen flujo de información relacionada con la montaña, prueba de ello son sus excelentes blogs, donde uno pude inspirarse y consultar, así que es de justicia y simpatía que os deje sus enlaces, no dejéis de mirarlos:


Jose: "Nuestras Montañas", solamente su entrada te impresiona, y si a esto añades que muchas de sus actividades las realiza con sus hijos adolescentes ….


Santos: "La MONTAÑA: un sueño, una ilusión, una forma de vivir", el título lo dice todo, un verdadero maestro de la descripción de los recorridos y las picachas que se encuentra.


Cienfuegos: "Caleyando con Cienfuegos", un auténtico “esquil” de las montañas, todas su rutas son de primera, aunque personalmente me quedo con las “pequeñas”, esas donde nos muestra bellos y escondidos rincones de nuestra tierra Astur.


Con estos y unos pocos más hemos pasado muchas horas ante el ordenador escudriñando recorridos y compartiendo experiencias, de todo ello hemos aprendido mucho, lo cual siempre ha sido un verdadero placer, así que solo queda decir… ¡Hasta la próxima Compañeros!

 

JFCamina

Para referencias sobre la zona correspondiente en www.jfcamina.es

 


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* Aviso: En estos documentos solo tratamos de narrar la experiencia personal vivida al realizar nuestros recorridos, los itinerarios que aquí describimos son orientativos. Queda a la responsabilidad de quien realice la ruta el tomar las medidas de seguridad apropiadas para cada dificultad, que dependerán muchas condiciones, entre ellas el estado del terreno, la altitud, la meteorología, etc... así como la preparación tanto técnica como física de las personas que realicen la actividad.