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Asturias |
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Llanes, 09/2012 |
JFCamina, 12/2012 |
Playas de San Antolín a Nueva de Llanes.
Mapas IGN: 31-II "Nueva" (2000).
Inicio: Playa de San Antolín, Concejo de Llanes, Asturias
Fin : Nueva, Concejo de Llanes, Asturias
Recorrido: Playa de San Antolín de Bedón - Punta de la Dehesa - Punta Rinconera - Playa de Gulpiyuri - Castro de las Gaviotas - Ermita de Santa Eulalia de Villahormes - Punta y playa de Huelga - Molín de Huelga - Restos de ¿Cetarea? - Playas de Salmoreda, San Antonio y Puerto Seco - Playa de San Antonio - Playa de Cuevas del Mar - Acebo - Ovio - Nueva de Llanes.
Distancia: ± 14,00 Kilómetros / Tiempo: 5 horas.
Terreno: Caminos costeros y pista.
Señalizacion de los Caminos costeros: No.
Señalizacion de la Senda Costera E-9: Si
Pensamos que dado el éxito que viene teniendo nuestros “Caminos Costeros”, en su honor, sería guapo finalizar nuestra temporada 2011-12 y, a la vez, celebrar la festividad de nuestra Santina y de toda Asturias, realizando un familiar paseo a la vera del mar Cantábrico.
El recorrido escogido no era muy exigente: Playas de San Antolín, Gulpiyuri, la Huelga, San Antonio y Cuevas del Mar, cinco excelentes opciones veraniegas, lo cual venía muy bien dado el calorazo que llevamos acumulado este verano.
(Nuestro recorrido Playa San Antolín - Nueva de Llanes / ‘© INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL DE ESPAÑA.2009’)
Parece ser que el mapa propuesto de la ruta no me lo había currado suficientemente, me comentaba mi sobrinita Carmen, pero a pesar de ello un buen número de miembros de la familia estábamos en el punto de partida el día tan señalado, íbamos a celebrarlo de una manera especial y, a la vez, disfrutar de nuestra mutua compañía y de un precioso día andariego, además el tiempo acompañaba luciendo un espléndido cielo azul. Así que, como el sol comenzando a calentar de lo lindo, pasadas las once de la mañana iniciamos la marcha desde la playa de San Antolín de Llanes.
(Playa de San Antolín, Concejo de Llanes, ± 0,0 K, 11:15 h.)
(En contra de lo previsto subimos hacia la punta)
Tal como estaba previsto partimos de la Playa de San Antolín, me había propuesto no complicarme mucho la vida e ir casi todo por la Senda Costera del E-9, pero Angel me provocó y acabamos subiéndonos a la Punta de la Dehesa para contemplar la playa en su extensión, aunque lo que realmente apreciamos fue un campo de árgomas de pinchos bien afilados. Quisimos dar la vuelta, pero la bajada era un tanto escabrosa y los “güajes” tiraron para adelante en medio de aquel mar de crecidas y afiladas agujas, de tal manera que en un momento dado perdimos de vista a los más renacuajos.
(No hubo tiempo para contemplar el mar)
(Teníamos que centrarnos en pincharnos lo menos posibles)
(Ani tratando de sortear de la mejor manera los picotazos, previamente se había puesto de largo)
Según iba tratando de esquivar los picotazos de las árgomas iba maldiciendo el momento que le entré al trapo al compañero Angel, ¡quién me mandaría! Parecía mentira caer en la provocación, así que en cuanto superamos este pequeño momento de crisis rápidamente enfoqué en dirección a la cómoda y segura pista terrera del E-9, la cual alcanzamos en poco tiempo, no sin antes esperar a que Ani, previa pregunta de que si iba haber más como esto, se volviera a quitar la parte baja de sus pantalones “desmontables”, lo cuales se había puesto ante los pinchos que teníamos ante nosotros minutos antes.
(Ahora ya no atenderíamos a provocaciones varias y... ¡directos a la senda!)
El tranquilo paseo por la ancha senda del E-9 no duró mucho, íbamos paralelos a las vías del tren cuando observamos un "corzín" con cara de despistado y algo desnutrido transitar por ellas, más o menos, en cierto silencio, nos dimos prisa para tratar de verlo lo más cerca posible, pero él rápidamente se adentró en el cercano túnel y le perdimos de vista, así que nos quedamos con las ganas.
(Un "corzín" entre las vías del tren, no pudimos observarlo mejor, rápidamente lo perdimos de vista)
(A la altura del pueblo de Naves, en dirección a Gulpiyuri, ± 1,0 K, 11:30 h.)
Tras el segundo “sobresalto” del día pronto llegamos al desvío que nos arrima a la afamada y bonita playa de Gulpiyuri, el camino en otro tiempo era totalmente “salvaje” ahora eso ya no es así y una amplia pista te deja sin ningún problema sobre la guapa concha, de arena y agua marina , que se adentra en las verdes praderías sin tener el mar a la vista, una de esas preciosas curiosidades de la Costa Oriental Asturiana.
(Playa de Gulpiyuri, ± 1,7 K, 11:50 h.)
Tras contemplar un buen rato el precioso rincón de Gulpiyuri, además de aguantar con fuerza los envite de los Güajes para que nos quedáramos allí un rato más para un primer baño, no volvimos a la senda, nos aupamos a la zona de los acantilados que ocultaban el mar y caminamos sobre ellos, por una estrecha, pero bien pisada, vereda costera, en dirección Occidental, la que precisamente nos ocupará la mayor parte del día. Así unos cientos de metros de contemplativas panorámicas marinas y montañeras enlazamos de nuevo, con la senda costera, la cual trataremos de que hoy sea nuestra guía y silenciosa compañera.
(Después de Gulpiyuri y sus acantilados volvemos a la senda costera)
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En animada conversación vamos avanzando poco a poco, parece que la festividad y el buen tiempo animó a que la gente saliera de casa, aunque no todos lo hacen como nosotros y tenemos que sufrir el polvo que algunos coches levantan al pasar, especialmente porque esta vía de acceso creo que no se ha creado precisamente para esto, realmte es una pena, con lo bonito que es darse un guapo paseo mañanero pero… ¡ye lo que hay!
Sin apenas darnos cuenta llegamos a la ermita de Santa Eulalia de Villahormes, la juventud va un poco alborotada, no paran de preguntar por la playa donde vamos a parar para bañarnos, más ahora que parece que nos hemos alejado un poco del mar, tienen miedo que nos olvidemos del fin primordial de la jornada, el cual es, según ellos, el bañarnos y echar un partidillo de futbol en la playa.
(Ermita de Santa Eulalia de Villahormes, ± 3,3 K, 12:15 h.)
Tras calmar al personal y dejar tras nuestro la blanca ermita vamos directos al mar, así viendo el húmedo horizonte marino los más impacientes se calman un poco, además algún letrero que otro al pie del camino nos ayuda a tranquilizarlos, la playa está muy cerca, aunque no la veáis aún, aunque antes hacemos una buena parada ante el Castro de las Gaviotas.
(Castro de las Gaviotas , ± 4,2 K, 12:45 h.)
Verdaderamente toda esta zona costera es muy especial, con numerosos rincones singulares donde deleitarse un buen rato, además de otras curiosidades típicas de la actividad “marinera” de la zona, como la recogida del ocle, así que no es de extrañar que todos tratáramos de investigar un poco.
(Un buen momento fotográfico)
El impresionante “arco del triunfo marino” ante el que nos encontramos es un buen elemento para sacar la foto de grupo de la jornada, sería nuestro elemento de referencia, el santo y seña de que aquí hemos pasado, un guapo recuerdo. Aunque sacar este tipo de fotos festivo-familiares siempre resulta un poco complicado hacerlo a la primera y tenemos que hacer varias tomas, no fuera que un servidor se quedara sin ella tapado por otro elemento importante del día.
(Como a la primera no salió todo el mundo.... )
(.... hubo que repetir la foto del día)
Tras la parada de exploración y fotografía nos dirigimos directos a la playa de Huelga, a la cual no accedemos desde la pista, ya que la hemos dejado de lado para llegar donde nos encontramos y no queremos retroceder, así que nos volvemos a meter por un estrecho camín que bordea la playa hasta el “chiringuito” que allí existe, el cual no está exento de alguna dificultad, especialmente para las personas que no están muy acostumbradas a caminar por estos senderos.
(No queremos retroceder para coger la pista así que....)
(... ¡otra vez por un extrecho camín!)
(Aunque ante la inmediated de la arena....¡casi nadie protestó!)
La proximidad de la playa La Huelga hizo que casi nadie protestara, así que en cuento llegamos ante la palmera que preside la playa junto al “chiringuito”, Felipe otea todo el arenal y decide cual va a ser el improvisado campo de futbol, aquí será nuestra primera parada playera del día, lo cual es muy bien recibido por todo el mundo, especialmente por los más jóvenes.
(Felipe comprobando cual será la mejor zona de la playa para el fin que nos ocupa)
(Playa de Huelga, ± 4,8 K, 13:00 - 14:00 h.)
(Primero un baño pre-bocata)
(Las "aguadillas" de rigor)
(Y.... ¡el esperado partidillo!)
Una disfrutona hora nos ocupó el desvestirnos, bañarnos con aguadillas incluidas, el partidillo y volver a vestirnos, realmente tratar de explicar lo bien que todos los pasamos en este veloz período de tiempo creo que es innecesario por ser archiconocido por todos, bueno, o casi todos, que algunas personas, desgraciadamente, no tienen estas oportunidades, así que las fotografías dejadas hablan por sí solas.
Con cierto pesar y alguna protesta, a las dos de la tarde en punto reanudamos la marcha en la dirección que hoy tenemos de referencia, así que pronto dejamos de lado el molín de Huelga y cruzamos el río San Cecilio.
(Molín de Huelga, ± 5,0 K, 14:05 h.)
(Desembocadura del río San Cecilio)
El baño y el ejercicio abrieron el apetito, ya hubo conatos de comer en bocata en la playa pero no fue aceptada la moción, lo dejábamos para hacerlo en una zona de pradería un poco más arriba, acción que ejecutamos, con cierta gracia, unos minutos después cercanos a la una antigua cetárea que por allí existe, aunque para ello teníamos que apartarnos un poco de la senda costera.
(Tras dejar atrás el molín y el río volvemos a dejar un poco la senda costera para comer el bocata)
(Ruinas de ¿cetarea?, ± 5,4 K, 14:15 - 15:00 h.)
(Detalle de la zona donde nos sentamos a comer el bocata)
(La senda costera discurre paralela a la pradería, cerca de la línea de árboles)
(Aún no observamos el objetivo final del día, apenas llevamos 5 de los 12 kms. previstos)
No voy a entrar en detalles sobre lo que una comida “campreste” supone, siempre resulta muy placentera, aunque en este caso, con la mayor parte de la familia presente, ¡mucho más! Mientras algunos se relajaban reposando, otros nos acercamos hasta lo más alto de la zona donde nos encontramos, un excelente mirador de lo que hemos realizado, no mucho, y lo que nos queda por andar, el recorrido previsto es de unos doce kilómetros y apenas hemos superado unos cinco, así que no queda otro remedio que “levantar tienda” y ponernos en marcha.
(Otra vez en marcha)
(En busca de otra playa donde relajarse un poco más)
En esta ocasión no nos incorporamos a la cómoda senda costera E-9, ya que seguimos por una verde vereda que rodea las praderías, la traza es muy clara y decidimos seguirla, así, con Alex, el benjamín de la familia, haciéndose el remolón y custodiando el balón, afrontamos la travesía de la siesta, la cual nos hubiera venido muy bien si hubiéramos pillado una buena sombra y no quedaran ocho kilómetros aún por delante.
(Fuera de la Senda Costera E-9, ahora la traza que seguimos va bien)
(Con simpáticos detalles)
(La ancha traza a seguir va cómoda y muy clara)
(Muy apropiada para conversaciones andarigas de sobremesa)
(Poco a poco vamos descontando kilómetros)
(Aunque parándonos para fotografiar los preciosos detalles que la costa nos ofrece)
La hora de nuestra especial sobremesa andariega nos resultó, en un principio, muy cómoda de andar, pero el sol comenzó a calentar fuerte, al comienzo parecía no molestar mucho, pero poco a poco comenzó a dejarse notar, especialmente cuando la buena traza de avance comenzó a cerrarse y poniéndose fea.
(En "fila india" y por grupos, con la vista puesta al poniente)
Efectivamente, dejado atrás el pueblo de Hontoria vemos que la ancha franja por la que vamos plácidamente caminando comienza a cerrarse, a pesar de ello decidimos no coger un camino que sale a nuestra izquierda que nos volvería a la senda costera, a mitad de camino entre Hontoria y Picones, pero esto nos obliga a dar un pequeño rodeo y nos impide llegar directos a la zona de San Antonio.
(La comoda traza se nos acabó y llegaron momentos de cierta impaciencia andariega)
La decisión tomada nos obligaría a tener que penitenciar un poco por el tramo que nos separa hasta llegar a las playas de Salmoreda y San Antonio, hasta tal punto que en algunas zonas Angel y un servidor, que ya habíamos pasado por aquí, tuvimos que adelantarnos un poco para anticipar la jugada de avance, e incluso en algunos momentos tener que sortear, bajo la supervisión técnica de Manolo, el alambre de espinos instalado con cierto tesón por los ganaderos, elementos de cierre que no recordábamos que tan fieramente estuvieran instalados las otras ocasiones que por aquí pasamos.
(Con el grupo parado esperando consignas de avance)
En estos momentos de cierta dificultad sobre el terreno a transitar, parecía que la temperatura ambiental se había multiplicado, como mínimo, por dos, ¡menudo calorazo!, lo cual provocó ciertos momento de impaciencia, lo hubiéramos resuelto regresando un tramo pequeño sobre nuestros pasos y, mediante un camín lateral que habíamos dejado de lado, enlazar con la senda costera pero… ¡no sería igual!, no habría motivos jocosos para meterse los sobrinotes con el “Tiu Felix”.
(Tras la trasitoria dificultad sobre el terreno vuelve el sosiego pero el calor no cesa)
Tras la transitoria dificultad sobre el terreno vuelve el sosiego pero el calor no cesa, todo lo contrario el mismo se manifiesta con más fuerza, parece como si de repente hubieran apagado el ventilador. Menos mal que el terreno favorecía y tras superar una pequeña hondoná vemos ya cerca la ermita, tipo castillo, de San Antonio, su playa estaba antes por lo que sentimos cierto alivio.
(Tras salir de una hondoná divisamos la ermita de San Antonio, su playa está antes así que...)
Con cierto sopor alcanzamos un altillo que nos sitúa sobre la playa deseada, la de San Antonio, lo que vemos no nos gusta nada, estaba abarrotada de gente, ¡Qué pena!, -¿Pero esta playa no era nudista?, pregunta inocentemente alguien, -Si que lo era, pero antes de que los coches invadieran la pista de la senda costera. Todo nuestro gozo en un pozo, se nos había escapado la tranquilidad deseada, pero no pasa nada, a pocos cientos de metros tenemos la playa de Cuevas del Mar, seguro que allí estará igual pero como es más grande tendremos un pequeño hueco y, además, tendremos unas refrescantes sidras.
(Playa de San Antonio, ± 9,0 K, 16:20 h.)
Como lo visto no nos había gustado mucho no quedó más remedio que despedirnos desde la lejanía de la ermita en forma de castillo y allegarnos hasta la cuadra que existe a pie de la senda costera. Allí comprobamos la degradación de terreno por los numerosos coches que ahora aparcan allí, realmente una pena, ¡Qué tiempos aquellos en lo que todo esto era casi virginal!, lo dicho… ¡una pena!, aunque algunos pensarán todo lo contrario y opinaran que el acceso no debe ser exclusivo de los caminantes, ¡pero esto ye una senda y no una carretera!
Ya hemos dicho a lo largo de la narración que el día estaba muy bueno, excesivamente bueno, diría un servidor, tal era la situación que había cierta “calima” hacia los Picos de Europa que impedía que estos se pudieran ver en todo su esplendor. Esta circunstancia me frustró mi momento de lucimiento montañero, yo que iba a contar a mis parientes donde estaban Peña Castil, el Urriellu o el Torrecerredo, estaba claro que no iba a ser así, por lo que me tendré que conformar con darles la charleta sin imagen y en este reportaje tirar de fondo de armario fotográfico y exponer una foto de otra ocasión, creo que cuando la vean les parecerá menos aburrido.
(Fotografía de archivo tomada desde la zona de la playa de San Antonio)
(Dejamos atrás los ocultos Picos de Europa y nos disponemos a degustar la refrescante sidra)
Dejamos atrás a unas chicas que se habían pasado de ruta, venían desde Guadamía y pensaban hacerla en circular pero no encontraron el punto de retorno, Mary se encargó de sacarlas de dudas, ellas que pensaban hacer una ruta pequeña se les había complicado un poco. Así, con cierto desasosiego, cerca de las cinco de la tarde llegamos a la, también, abarrotada playa de Cuevas del Mar, lo cual no nos gustó mucho pero como tenía chiringuito de playa con refrescante sidra nos parecía mucho mejor.
(Playa de Cuevas del Mar, ± 10,0 K, 16:45 - 18:30 h.)
En torno a dos relajadas horitas nos tiramos en la playa de Cuevas del Mar, los mayores no nos movimos del chiringuito, los que no conducirán con sus botellinas de sidra y “los pilotos” a refrescante cerveza sin alcohol. A los güajes no les vinos el pelo hasta diez minutos antes de levantar tienda, se metieron en el mar y allí estuvieron a remojo la mayoría del tiempo, así que sobran los comentarios.
(A los Güajes apenas les vimos el pelo, a remojo estuvieron casi un par de horas)
A pesar del numeroso gentío se estaba muy bien, parecía que la gente quería aprovechar el último día del verano con ganas, sobre todo los nenos, el comienzo del curso escolar estaba muy cerca. Otros mataban el tiempo con sus esforzados tirones para subir por una de las paredes de los acantilados que teníamos frente a nosotros y los seguíamos cómodamente desde nuestra privilegiada atalaya.
Tan relajados estábamos allí que un poco más nos tocan las campanas de la siete de la tarde y aún seguimos sentados allí sentados charrando de nuestras cosas y contemplando el panorama, pero esto no podía ser, aún nos queda un último largo andariego, aún nos quedan unos cuatro kilómetros, son cómodos de realizar pero había que hacerlos. Por un camino interior que sale por detrás del chiringuito teníamos que ir desde la playa al pueblo de Nueva de Llanes, pasando por el guapo pueblo de Oviu y por debajo de la Autovía del Cantábrico.
(Entre numerosos coches anárquicamente aparcados reanudamos la marcha)
Entre numerosos coches anárquicamente aparcados reanudamos la marcha, antes de entrar en el túnel de la carretera que va hacia Nueva cogemos un ancho camín, que rodea el prado del chiringuito, el cual parece que es el improvisado WC de la playa, los papelinos blancos así lo delatan. Superado el punto negro o blanco inicial todo es dejarse llevar, aunque en ocasiones no resulta tan fácil, así Lía pensó que ya que llevaba un “tuper” vacio estaría bien llenarlo de sabrosonas moras, así que todos nos esperamos a que así fuera.
(Menos mal que tan solo eran un par de metros)
(Realmente este camino nos viene muy bien, la sombra sobre todo)
(Aunque Lía pensó que estaría mejor llenando su vacio "tuper")
(Tras la "vendimia" reanudamos la marcha camino del pueblo de Acebo)
La verdad que el camino nos venía muy bien, a pesar de que ya eran las siete de la tarde el sol no nos daba tregua, así que las sombras de los castañares nos facilitaban la marcha. Parece que la gente va contenta, especialmente los Güajes, tal es así que recordaron que esta primavera no habíamos hecho la clásica excursión, especialmente la de dos días en el albergue, rápidamente me recriminaron que así haya sido, -¡Qué no se te vuelva a olvidar!, me advirtieron.
(Aunque son ya las siete de la tarde la sombra se sigue agradeciendo)
(Acebo, ± 11,5 K, 19:10 h.)
(No hubo suerte con las siluetas de los Picos de Europa pero si con el Cuera)
(Ovio, ± 12,0 K, 19:20 h.)
Pasamos del Acebo a Oviu sin apenas darnos cuenta, las guapas casas y la mirada fija ante la posibilidad de ver la silueta caliza de los Picos de Europa nos llevaba ocupados. No hubo suerte con ver al Picu Urriellu, sin embargo Alex y Gerardo si contemplaron la cercana cumbre del Peña Blanca, ¡Qué recuerdos!, ¡Cuántas recriminaciones!, el caso es que estaban justo en el lugar que tenían que haber visto desde la cima, pero estaba claro que aquél día no era el mejor para ello, pero estos dos montañerinos (con mayor altitud en Picos de Europa que un servidor) allí estuvieron y la señalaban.
(De Oviu, por debajo de la Autovía del Cantábrico, directos a Nueva de Llanes)
De Oviu, por debajo de la Autovía del Cantábrico, directos a Nueva de Llanes, realmente ya no quedaba nada, solo los dos últimos kilómetros finales. -¿Cuántos llevamos?,-Unos 12, se chivo alguien, -Ya hemos superado los previstos, -Ye la propina de Tíu Félix
(Dejamos atrás la autovía ya ahora vamos paralelos a las vía del tren)
Ya cerca de las ocho de la tarde-noche entramos en Nueva de Llanes paralelos a las vías del tren, su estación y unas señoriales casonas nos dan la entrada. Un poco más allá llegamos al cruce con la carretera del pueblo y “Bob Esponja” nos dá la bienvenida, el pueblo estaba en fiestas y esto se dejaba notar.
(A parte de la estación del Feve, una preciosa y señorial casona nos da la entrada en el pueblo)
(Ya estamos en el pueblo, los numerosos indicadores nos ponen al día de lo que por allí tenemos)
(Nueva de Llanes, Asturias, ± 14,0 K, 19:40 h.)
A última hora solo hubo dos kilómetros de propina, había previsto unos doce y salieron catorce pero… ¡qué más dá!, lo habíamos pasado pipa y eso ye lo realmente importante. Al comienzo del reportaje no conté que inicialmente nos habíamos concentrado todos en este pueblo de Nueva de Llanes, hicimos recuento de efectivos y coches, de tal manera que dejamos un aparcado aquí, así ahora con todos los conductores irían hasta San Antolín en busca de los cuatro coches que teníamos a pie de playa aparcados, el resto del personal nos íbamos de sidras hasta una parrilla que nosotros tenía “agüeyá”, una manera de que la espera no se hiciera muy larga.
(Como es habitual por la zona de Llanes, en toda fiesta debe haber un gran hoguera)
Tenemos que confesar que cuando marchamos de Nueva de Llanes ya era noche oscura, el pueblo estaba en fiesta y eso contagia, así que nos relajamos un poco más y contemplando un perguapo atardecer, además de degustar unos chorizos a la sidra, que a estas alturas, aunque hubiéramos dado cuenta de los restos del día ya teníamos algo de “gusa”.
Teníamos númerosos y buenos mimbres para realizar un buen cesto y, tal como se preveía, el mismo salió guapo-guapo de verdad, a la altura del escenario escogido para celebrar nuestro Día de Asturias y finiquitar nuestra magnífica temporada andariega con varios de los protagonistas de la misma, desde el más grandote al benjamín de la familia, así que…
¡Hasta la próxima salida Familia y Compañeros!!!
JFCamina
Anexos:
Si alguien se ha quedado con las ganas de ver más fotografías o comentarios sobre esta soberbia zona de la Costa Oriental Asturiana puede visitar nuestra web específica donde vamos narrando nuestro transitar por ella, nuestros "Caminos Costeros". Y en el caso de que quieras algo más directo pincha en los siguientes enlaces:
AS-LLanes: Torimbia - Villahormes
AS-LLanes: Villahormes - Cuevas del Mar
Todo ello con el cariño de www.jfcamina.es
* Para volver a ver otra ruta cliclea aqui: www.jfcamina.es o "Caminos Costeros"
* Aviso: En estos documentos solo tratamos de narrar la experiencia personal vivida al realizar nuestros recorridos, los itinerarios que aquí describimos son orientativos. Queda a la responsabilidad de quien realice la ruta el tomar las medidas de seguridad apropiadas para cada dificultad, que dependerán muchas condiciones, entre ellas el estado del terreno, la altitud, la meteorología, etc... así como la preparación tanto técnica como física de las personas que realicen la actividad.