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"Quién va a Santiago y no al Salvador, visita al criado y no al Señor"

 

D-04 Salas - Tineo

No podíamos caminar por el norte sin que tuvíeramos que poner el chubasquero, es un rito casi obligado, no sería lo mismo, un poco de orbayu nos permite catar los mejor de esta nuestra querida tierra. La cata fue muy corta ya que en el resto del recorrido del camino el agua se olvidó de nosotros, además teníamos a una "meteorologa" que nos informaba diaramente: ¡va llover!, así que....sol, ¡que sería del camino sin la hermana de Paco!

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* Fecha: 17/09/2010

* Dist. día: 20,00 kms
* Duración: 6 h 00'

* Desnivel Ac.: + 550 mts

* Tiempo: Orbayando

* Velocidad: 3,3 kms/h
* Dist. Ac.: 84,60 kms

* Restan: 239 Kms

Recorrido: Salas - Cascada de Nonaya - Porciles - Bodenaya - Puerto de La Espina - La Pereda - La Millariega - Pedregal - Santa Euladia - Zarracín - Ermita de San Roque - Tineo.


Las noches, como en la mayoría de los refugios y albergues son ruidosas, quién no ronque un poco que de tres clicks sobre la foto de jfcamina.es, así que si tienes un sueño difícil lo mejor que puedes hacer es llevar siempre contigo unos tapones, no te aislan totalmente pero sí te amortigua un poco la melodía nocturna, ¿vale?

Tras soportarnos mutuamente, que de eso se trata esta vida, en la lluviosa noche en la coqueta villa de Salas, los primeros que se levantan habren la puerta y vuelven con la situación: - está lloviendo, - ¿lloviendo?, - sí, lloviendo.

(Villa de Salas, K. 0,0 / 07:55 h.)

Son las siete de la mañana, la hora habitual del toque de diana de nuestro grupo peregrino, aunque José Luis, se niega a levantarse y se enrolla una media horina más. El resto nos preparamos y nos ataviamos con nuestras capas de agua en busca del desayuno, "Casa Pacita" no madruga y tenemos que encontrar un bar donde echar algo caliente al cuerpo, así que abandonamos el albergue aún de noche.

(Salida de la villa de Salas, K. 0,0 / 08:20 h.)

Al salir del albergue comprobamos la difencia que tiene la gente "del norte" y la "del resto" en cuanto al concepto "llover", lo que estaba haciendo era "orbayar" y poco más, ¡menos mal!, así con un poco más animo después de estas cuestiones semánticas y de metros cúbicos de agua caida, vamos en buscar del desayuno, cada uno por su lado, no había "ordenes de equipo".

En la cafetería "Gran Vía", cerca de "La Petisa", Eva, Mary, Rosa y "el que suscribe", desayunamos un buen café con suspiros, bueno un servidor, se tomó dos cafés, había que cargar reservas por lo que puediera ocurrir y el "orbayu" se tornara en "lluvia".

A las 8:20 horas comenzamos a desfilar con nuestros trajes de agua, en algunos casos estrenados para la ocasión, la calle que pasa al lado del Palacio, la Torre y el cartel indicador de la etapa del día sería nuestra circunstancial pasarela, el primer punto de ataque seria la cascada de Nonaya, pero antes teníamos que dejar atrás la villa, siguiendo las conchas, que también nos había acogido.

(Río Nonaya y su precioso "Camín Peregrino")

El tramo que va desde la villa a la cascada lo realizamos por primera vez en Junio del 2009, su belleza nos cautivó y creo que ahí germinó el hacer "El Primitivo". Fueron tres kilómetros preciosos, así que hicimos un pequeño cálculo por el sistema de extrapolación de belleza y el resultado nos asustó, bueno, para menguarlo un poco, lo multiplicamos por 0,50, y el resultado nos pareció muy aceptable, así que comenzamos a plantearnoslo.

( Bajo el impresionante puente de Carcabón)

El amplio e histórico camino está un poco desmejorado por las obras de la autovía, es sobrevolado lateralmente por un gran viaducto de la misma y resto de explotaciones de otro tipo afean un poco el entorno, pero si nos olvidamos de ello, como de muchas cosas de la vida a las cuales no les damos la cara, este real camín contiene una gran belleza, parece que vamos caminando por una selva tropical, dada la exuberante vegetación que te encuentras al pasar, si a esto le añades que aún está amaneciendo el cuadro que te encuentras es de lo mejorcito.

(Mary, Rosa y Eva con la cascada de Nonaya al fondo)

Para llegar al desvio para bajar a la cascada de Nonaya antes tienes que dejar atrás la fuente de Paín, que a pesar de día bebimos su agua fresca, el puente de Borra (S. XVII - XVIII) y tras haber caminado unos 3 kms te encuentras una señal "rota", como la mayoría, a mano derecha, justo antes de entrar en el impresionante puente de Carcabón (S. XVII - XVIII), es entonces donde desciendes hasta el río por un estrecho y pindio camín y te encuentras la cascada por la cual hay motivos suficientes para desviarte medio kilometruco de nada.

 

El video los tomamos en el 2009 y no ahora, ya que había que optimizar la memoria de la cámara en tan largo viaje, aquí os queda para disfrute de todos y en especial de los peregrinos que por allí pasaron y no han tenido la feliz idea de desviarse un poco del camino a Santiago.

(Desvio a la cascada de Nonaya, K. 3,0 / 09:20 h.)

Tras sacarnos la foto de rigor volvemos el Camín Peregrino y pisamos el puente de Carcabón, del cual habíamos tenido la oportunidad de ver sus magestuosos cimientos, se nota que aquello no era un camino cualquiera. Dejamos atrás la historia y nos enfrentamos al presente, a la intersección con la carretera N - 634, pero antes, un servidor había tenido unas palabras con Jesús, el cual se estába recuperando de la dura cuesta que existe desde el último puente hasta el negro asfalto, antes de que llegaran las chicas arrancó carretera arriba.

(El duro transitar por la carretera N - 634 y bajo "la futura" autovia)

Las chicas se quedaron con las ganas de conocer al nuevo peregrino, ¡serán cotillas!, así que con esa pequeña decepción caminamos por la vieja y peligrosa nacional, no había apenas arcén y los vehículos nos pasaban cerca, aunque tenían, en su mayoría, el detalle de disminuir la marcha. En nuestro transitar no solo mirábamos donde poníamos los pies, sino que mirábamos arriba, hacia los grandes viaductos que teníamos sobre nuestras cabecinas, seguimos con las obras de la nueva autovía, esa que nos acompaña desde la etapa de Grado. Esta tensión duró un kilómetro ya que al cabo del mismo giramos a la izquierda y nos adentramos por un camín que.... nos volvió a meter en otra zona de obras, pero en esta ocasión sin maquinaria trabajando y delimitado perfectamente nuestro paso, ¡menos mal!

(Un poco de plácido camín pero ...)

(...pronto volveremos a la cruda moderna realidad)

El trasitar por esta zona seguia siendo dura, ya que estábamos ascendiendo al puerto de La Espina, la villa de Salas tiene una altitud de 239 m.a y La Espina está a 660 m.a. así que era normal. Un poco antes de entrar en Porciles, más o menos un punto de similar altitud a La Espina, acaban las obras y transitamos paralelos a la carretera nacional, a la entrada nos encontramos con un letrero que ofrecia los servicios de taxis para llevar mochilas, la verdad es que estába muy bien situado, después de la cuesta que habíamos subido las tentaciones eran muchas, aunque.... ¿qué sería del Camino sin la pesada mochila?, creo que no tendría ninguna gracia, perdería chicha.

(Porciles, ya hemos superado los 420 metros de desnivel de ascenso)

(Iglesia de Santa María, Parroquia de Bodenaya)

Atrás dejamos las tentaciones de Porciles y nos adentramos en Bodenaya, vamos dejando de lado el crucero, el cementerio y la iglesia de Santa María, hasta llegar al albergue de Bodenaya, a 7,5 kms. de Salas, son las 10:30 h. una buena hora para tomar un cafetucu pero... ¡estaba cerrado!, menos mal que tiene una buena antojana y la misma nos venía muy bien para reguardarnos un poco del fino orbayu, además de para tomarnos un seco respiro de los 420 metros de desnivel de ascenso que habíamos superado.

(Albergue de Bodenaya, K. 7,5 / 10:30 h.)

Bodenaya es una buena opción para los peregrinos que quieran ir avanzando un paso más en el camino, si se te queda corta la etapa de Grado - Salas, simpre le puedes meter 7,5 kms más hasta aquí, además por las referencias que nos habían dado el establecimiento está bastante bien, es privado y si su interior es como el guapo exterior seguró que las referencias son excelentes.

En un ricón de la coqueta antojana del albergue estába Jesús, un hombre de suave talante y de buena figura peregrina, como ya le habíamos visto resultó fácil entablar conversación y rápidamente pasar a las presentaciones y preguntas como ... ¿estudias o trabajas?, ya se sabe puro cotilleo.

La antojana tiene un pequeño fallo, no tiene toma de agua, así que no podíamos recebar nuestras cantimploras, menos mal que se abrio la puerta y apareció el hospitalero y le atracamos. Lo hicimos con un poco de miedo porque, aparentemente, era un hombre bastante seco, aunque seguro que trantándole nuestra opinión cambiaría. Bueno el caso es que aparte del agua le pedimos que nos sellara la credencial y nos estampó, sin lugar a dudas, el sello más bonito y simpático de todo el camino, una trasgau con el mojón peregrino de Bodenaya - Asturias, además nos dió otro de propina con un horreo y la cruz de Asturias, ¿qué más le podemos pedir?... seguro que Jesús pensará en el tapón de su botella pero...

Tras 30 minutejos de charla y relax dejamos solo al alberguero de Bodenaya y su trasgu, cruzamos los cinco la N- 634 y afrontamos con fuerzas renovadas los menos de dos kilómetros que nos faltan para llegar al pueblo de La Espina. Antes de llegar nos llama el amigo Alfonso para preguntarnos como vamos, en Oviedo está lloviendo "a mares" así que está preocupado, le tranquilizamos, - aquí finu orbayu, solo eso.

(Puerto de La Espina, K. 9,0 / 11:20 h.)

Jesús se queda en el pueblo, ya nos alcanzará, y nosotros nos adentramos por un curioso camino que nos llevará hasta el pueblo de La Pereda, la curiosidad estaba en que el piso estába lleno de deshechos de marmol, un poco incómodo para caminar pero muy práctico para evitar los chaguazales, a esa conclusión llegamos nosotros, pensamos que seguro que sería una zona de mucho barro.

(En el curioso camín a la salida del Puerto de La Espina)

A través de este curioso y guapo camín entramos en el concejo de Tineo y lo primero importante que nos encontramos es la Capilla del Cristo de los Afligidos del siglo XV, según reza el cartel. Estamos justo en mital de la estapa del día, en el punto kilometrico 10, en La Pereda y seguimos subiendo por un ancho camino paralelo a la carretera nacional desde donde obtenemos unas guapas imágenes de las praderías de la zona, la fina niebla les dá un toque muy bucólico a estos verdes parajes de Tineo.

(Capilla del Cristo de los Afligidos en La Pereda, K. 10,2 / 11:40 h.)

Tras alcanzar por encima de los 750 metros de altitud descendemos hasta al canzar la aldea de La Millariega, aquí nos encontramos con otra guapa y cobijada fuente, creo que la del Reconco, descansamos unos minutos, especialmente para quitarnos un poco los gorros de la cabeza, que nos dá una fuerte sención de agobio, cuando el agua no es abundante y por otra parte las chicas le querian meter un sustu a Jesús que ya venía detrás. Al abandonar la fuente coincidimos con la salida de vacas pintas de la cuadra, van pa'l prau, la chicas van delante y parece que el ganadero azuza el ganado ante su presencia, pero al darse cuenta de que ellas pasan entre el rebaño las frena, a las vacas quiero decir.

(Fuente y vacas de La Millariega)

Tras la gracia de las vacas y que Jesús ya nos alcanzó seguimos caminando en busca del siguiente hito, el pueblo de Pedregal. Aquí nos pasó un peregrino a toda pastilla. Pero antes tendríamos que encontrarnos con lo mejor de "El Primitivo", sus ocres caminos, verdes prados, blancas caserías y sus agradecidas fuentes y lavaderos, todo condensado en este pequeño tramo de menos de dos kilómetros.

(Fotos que nos muestran el guapo camino hasta Pedregal)

(En cómoda ya suave bajada)

(A pesar del orbayu, apetece refrescarse la cara)

En la entrada, en suave bajada el pueblo de Pedregal, nos recibe con una decorada fuente y un cartel que dice: "El que hace este camino es un buen peregrino", nos dá ánimos y nos sacamos unas cuantas fotos, las primeras donde aparece el alicantico Jesús.

( En la curiosa entrada de Pedregal)

(Las conchas de metal en "El Primitivo", semejantes a las de Oviedo)

Entramos en el pueblo cruzando la carretera junto al lado de un gran texu y caminando por un estrechisimo arcen, es un paso más complicado que el que nos encontramos saliendo de la cascada de Nonaya, además va en curva y contracurva, muy complicado. Son las 12:30 horas, llevamos 13 kms. de marcha y...¡aún no hemos tomado un cafetín!, menos mal que en medio de la peligrosa travesía del pueblo tenemos una bar, "Casa el Coxu" y saciamos nuestras ansias de cafeína y descansamos un poco al calor de un hogar y no de una oportuna antojana o fuente atechada.

(Pedregal, K. 13,0 / 12:30 h.)

Treinta minutos de relajo cafetil y lectura de prensa autonómica, nos sobraron para recobrar fuerzas para afrontar los siete últimos kilómetros hasta la villa de Tineo, capital del concejo de mismo nombre y por el cual transitamos hace unos cuantos kilometrucos. Subimos pegados a los muros de la iglesia y casi a la salida del pueblo, en frente de un crucero y una enorme casona cruzamos la carretera y nos adentramos por un ancho camino que va bastante encharcado de agua, parece que aquí ha llovido mucho más que abajo, ahora no lo hace y eso nos permite sortear los charcos y barrizales con más soltura.

(Salida de Pedregal, K. 13,0 / 13:00 h.)

(Desvio en Pedregal, tomamos un largo y guapo camín hasta Tineo....)

La altitud que hemos alcanzado, por encima de los 720 m. a., la tenemos que ir perdiendo, poco a poco, para llegar a la villa de Tieno, situada a 675 m.a., la niebla está baja y sigue dejándonos guapas y bucólicas estampas de aldeas de la zona, como Santa Eulalia y Zarracín, por las cuales pasamos lateralmente sin adentrarnos en ellas, esto nos permite caminar ligeros al haber menos distraciones, aunque siempre tenemos un momento para fotografiar y fotografiarnos.

(... con bucólicas y hermosas estampas)

Pasadas las 14:30 horas entramos por el precioso entorno de la ermita de San Roque (S. XIII), paraje conocido por "Campo Roque", un lugar recordado por nosotros, ya que la única vez que estuvimos en la villa del Tineo fue en este bello ricón, núnca en el casco urbano. Fue una fría mañana, en noviembre del 2005, cuando llevamos al nuestro "sobrín" Celso a participar en una carrera de cross que allí se celebraba, la cual casi ganamos.

(Ermita de San Roque, entrada a Tineo, K. 19,0 / 14:40 h.)

La entrada en San Roque no fue muy buena ya que comenzó a orbayar un poco fuerte, preguntamos hacia donde quedaba el albergue y nos encaminamos hacia él, aún nos quedaba un kilómetro. Aquí surgieron dudas con respecto a la comida, decían que allí había un bar donde daban de comer, ¿que hacemos?, ¡vamos hasta el final!, ya veríamos sin aún teníamos el comedor abierto.

(Peregrinos en el camino)

La inquietud por la hora de cierre del comedor no debía ser muy grande, porque antes de embocar la bajada al centro de la villa, nos encontramos con la figura de un peregrino sobre un reloj de sol y nos liamos a sacar fotos, algunos incluso con el móvil, a falta de la tradiccional cámara, el caso es aligerar peso.

(Entrada albergue de peregrinos "Master Christi" de Tineo)

A las tres en punto de la tarde, después de caminar durante seis horas efectivas y recorrer 20 kms en su mayoría ascendente y algo del "llano asturiano", ya sabéis, "el sube y baja para volver a subir", llegamos al albergue de peregrinos "Master Christi" de Tineo donde ya estaba la mayoría del grupo, evidentemente, no podía ser de otra manera.

El alberge es publico, tenía muy buena pinta, aunque las literas estaban un poco juntas, cuatro duchas, dos para cada sexo y lo que parecia un local para dejar bicis, pagamos 3 € de donativo. El mismo se encontraba en una especie de chalet donde estaban los locales de las Centrales Sindicales y creo, que el Servicio de Emergencias. La próxima huelga general se dejaba notar, aunque lo que más preocupaba allí, claro está, era el problema de la minería.

(Villa de Tineo, K. 20,0 / 15:00 h.)

No paramos a ducharnos, dejamos a la entrada nuestras embarradas botas, un cartel así nos lo indicaba, aunque nuestro sentido común ya lo había detectado antes, entramos y tomamos posesión del catre y posamos las mochilas, para marchar, todos juntos, hasta el primer establecimiento de comidas que nos tuviera aún el comedor abierto.

¡Tuvimos suerte!, en un hotel cercano, Don Miguel, pillamos una mesa para doce personas y nos ofrecieron un sabroso menú, unas impresionantes lentejas, lomo, deliciosa mouse de limón y café, todo por 8 €, precio de peregrinos ya que el menú del día costaba 9 €. En la mesa tenemos un par de nuevas incorporaciones, Jesús, ya conocido por todos y Angel, un señor que le queda poco para jubilarse y viene de Madrid, además tiene el valor de viajar con un pedazo de libro...¡que pa qué!, creo que eran "Los pilares de la tierra", pero en la edicción dura, nada de cosas blanditas.

Tras la larga sobremesa nos fuimos al albergue donde atendemos nuestro aseo personal y el de la ropa del día, ya se sabe que hay que lavar la ropa del día en el día, después queda lo más difícil.... ¡secarla!, especialmente en días húmedos como el que nos ha tocado. Charramos un largo rato con el hospitalero y le preguntamos por un lugar de sidras, no podíamos perder mucho tiempo intentando buscar uno.

La última hora de la tarde la dedicamos, como viene siendo ya habitual, a comprar algo para la cena, después de la opulenta comida no quedan muchas ganas de cenar pero un poco queso blanco y fruta no vienen mal. Después la sesión de sidras y más tertulia, en el bar del "Stop", el recomendado por el hospitalero, cuando íbamos a marchar entran Matilde y Andres (los peregrinos que viene de hotel) y....¡nos quedamos una horita más!, no les íbamos hacer el feo de dejarles solos después de subir al albergue a buscarnos, somos muy educados, ¿no?

(Al igual que en la mayoría de los albergues existe mucha información de lo que nos queda por delante)

Cuando llegamos, de nuevo al albergue, el número de ocupantes había aumentado, eramos 21 para unas 30 plazas. Se habían incorporado dos hermanas de Barcelona y dos chicas de Madrid (una de ellas Argentina), venían estenuadas, ya que venían desde Cornellana y la etapa se les había hecho muy dura, ¡no me extraña!, a este grupo las conoceríamos cariñosamente, entre nosotros, como "las niñas" y aunque no formarían parte de "nuestro grupo" serán una constante referencia en la convivencia hasta el propio Santiago de Compostela. También había un grupo de chicos en bici, aunque a estos, evidentemente no les volveríamos a ver el pelo.

Unos minutos antes de apagar la luz saltan las alarmas, parece que según varías guias que porta la gente, el albergue del día siguiente, el de Pola de Allande había cerrado el día 15/09/2010, ¡qué va!, Domingo nos no había dicho nada al respecto y era muy raro para él, así que para salir de duda le llamamos al móvil, ya nos había advertido que en caso de alguna eventualidad... allí estaba. Como era de esperar rápidamente nos sacó de dudas y comentó que era cierto que cerraba el 15 pero, este año, en previsión del gran número de peregrinos seguiría abierto hasta el 30/10/2010. No tenemos palabras para agradecer estos detalles peregrinos, pero.... ¡Gracias Domingo!

 

La jornada de hoy ha sido dura pero en nuestro libro de ruta tenemos escrito lo siguiente:

"PRECIOSA ETAPA DEL CAMINO PRIMITIVO, a pesar del orbayu"

¡Hombre!, después de ver las fotos con tantas obras por el medio nos hace pensar, ahora en casa, que no debía ser muy guapa, pero cuando se escribió debió pesar mucho más lo bello que lo feo, ¿no?

La foto de despedida está dedicada al sello del día, el que marca el fin de la jornada, no es tan original como el de Bodenaya pero está lleno de simbolismos propios de lo que estamos realizando y transitamos.

 

Hasta aquí las notas de la etapa de Salas a Tieno, un hermoso paseo bajo el suave orbayu norteño, notas que cada vez encontramos menos tiempo libre para escribirlas, ya que los momentos "muertos" en el camino son muy pocos y solo el ser un poco disciplinados al respecto nos permiten que tengamos constancia, más o menos, de lo realizado.

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* Aviso: En estos documentos solo tratamos de narrar la experiencia personal vivida al realizar nuestros recorridos, los itinerarios que aquí describimos son orientativos. Queda a la responsabilidad de quien realice la ruta el tomar las medidas de seguridad apropiadas para cada dificultad, que dependerán muchas condiciones, entre ellas el estado del terreno, la altitud, la meteorología, etc... así como la preparación tanto técnica como física de las personas que realicen la actividad.